martes, 31 de enero de 2017

Resident Evil El Capítulo Final


Aviso a navegantes, la reseña contiene Spoilers. 
Sony ha tenido a bien invitarme al Pase de Prensa de Resident Evil El Capítulo Final así que por gentileza suya, aquí os dejo la reseña del ¿último capítulo? de la épica saga.
La misma Alice se encarga de recapitularnos las películas en un alargado prólogo que anuncia un alargado primer acto. Básicamente el bueno de Paul W.S. Anderson decide timarnos otra vez -era obvio, hubiese sido demasiado caro- no retomando el Cliffhanger de Resident Evil Venganza, en el cual la Jovovich y sus amigos se enfrentaban a hordas de muertos vivientes encaramados en lo alto del Capitolio en Washington. De hecho ni tan siquiera se molestan en explicarnos que ha sido de Jill Valentine, personaje encarnado por la preciosa Sienna Guillory. Alice solo nos cuenta en su monólogo inicial que Washington fue "una trampa" y se lo tragó una elipsis al parecer. Lo curioso es que luego Wesker alude de nuevo a esa escena nunca vista, diciendo que debió matarla en Washington... Volviendo al "argumento" Alice básicamente ha de recuperar un antídoto al Virus T, que es el causante de la infección Zombie de La Colmena, localización donde se ambientaba la primera película y origen del Virus. Y poco más. Básicamente es añadirle obstáculos a cumplir su meta.
Me esperaba algo tan malo o...básicamente nada, que dentro de lo que es esta saga, está...bien. Incluso matiza algunos errores comunes en las últimas, por ejemplo hay menos abuso de CGI y algo más de terror y acción física (aunque está fatal montada y rodada). Y tiene ídeas tan locas que uno no puede por más que reirse. Aparte de esos maravillosos tanques futuristas de los malos, armados hasta arriba -por alguna razón los tanques en el cine de Zombies funcionan de puta madre- tenemos gasolina prendida ardiendo mientras baja de lo alto de un rascacielos hasta el suelo para calzinar ejercitos de zombie, simplemente maravilloso, hay que reconocerlo ¡Ejercitos de Zombies! Hay también una suerte de catapultas que disparan bolas de fuego y la buena de Alice saliéndose con la suya con dos...como tiene que ser. 
Pero si algún acierto han tenido los productores es traer de vuelta Iain Glen, que aquí está mejor que en su anterior entrada en la saga. Es un malo tan malo que se mata a si mismo ¡Bravo! ...si es por un tema de que hay montones de clones, lo que les sirve para divertirnos matando a Iain Glen de diversas maneras, porque saben que lo gozamos como perras con eso. Es un malo cabreado ¡llama desgraciada a Alice! me partía el culo. El amigo está especialmente sembrado en esta película. Deberiáis verla en V.O. porque mola mucho más Iain Glen en inglés, he visto esa frase doblada en el trailer y pierde... Otro highlight de Iain es cuando llama tres zorras a la reina roja -la villana de la primera película ahora interpretada por la hija de la Jovovich- Alice, y la original, la que no es clón, la vieja Alice -ya os avisé que había spoilers al principio de la reseña capullines- ... porque resulta que las tres son...Alice, id a verlo en cines, lo entenderéis. De verdad, de vez en cuando está bien relajarse y ver algo desenfadado como esto sin esperar gran cosa.

lunes, 30 de enero de 2017

Prototype



Lo dije en mi anterior reseña, y lo cumplo. El jodío Philip J. Roth es aburrido pero me tentó a ver una película anterior en dos a años a A.P.E.X. esta Protype, que tiene sin duda sus señas de identidad. Reparto aburrido y sin carisma (como la historia) localizaciones en vertederos y edificios en ruinas (presuntamente de Los Angeles) música de sintetizador repetitiva, alicaída y coñazo... y una sensación de curioso regocijo ante todas las ídeas de ciencia ficción que se agolpan en esta serie B. Con el añadido eso si, de una protagonista femenina que es de los personajes más odiosos y lamentables que recuerdo. 

En los secundarios repite Mitchell Cox -o repitiría en A.P.E.X. dos años más tarde con su look Duke Nukem, porque esta es 2 años anterior, aquí luce unas horrorosas trenzas- y vemos de nuevo el gimmik de los implantes en el pecho (esta vez también rollo cyberpunk con enchufes en la nuca también). 
Prototype debió ser todo un éxito, porque Roth repitió en A.P.E.X. todos sus errores de aquí, entre ellos, un texto de introducción que nos cuenta la película... con todo quizá A.P.E.X. sea mejor película. Prototype es mucho más derivativa...y aunque sus dos tramas tienen chicha, se dedica a meter relleno en la primera hora, supongo que por falta de presupuesto...pero tampoco es lo peor que puede uno ver este subgénero de ciencia ficción videoclubera...no obstante, bastante prescindible.

A.P.E.X.


Película muy peñazo de desarrollo. De esas que uno se alquilaba y sufría en cierta medida, pero que vista hoy, resulta simpática, aunque lentorra, reiteratiba, por lo obviamente ajustado de presupuesto, al que no obstante, le sacan su juguillo. 

Quizá el problema sea su argumento algo enrevesado, ya desde el principio, que nos resumen en varios párrafos al comienzo, quizá con el temor de que nos perdamos, pero que consigue precisamente lo contrario, liarnos más vaya. Y es que básicamente en esos párrafos se nos resume al menos ¡la primera hora de película! normal que nos líen ¡nos están contando una película de ciencia ficción y viajes en el tiempo en unas líneas! 
Imaginaros si hicieran lo mismo con Regreso al Futuro:
Marty, un joven de 1985, es envíado atrás en el tiempo a 1955 cuando huye de unos Terroristas Libios que ametrallan a su amigo Doc, al que encuentra en 1955 en su versión joven, y que le dice que es el quien debe llevar al baile de graduación del instituto a su madre, si no quiere desaparecer gradualmente de la realidad, junto con dos hermanos... ¿De locos no?
Pero vamos, que luego no es tan complicado. Sencillamente desde el futuro mandan unos robots al pasado (los A.P.E.X. del título) a explorar dios sabe porque (la he visto en inglés sin subtítulos y de algunas cosas no me he enterado bien) y la ídea ir a zonas deshabitadas, pero por error se encuentran con humanos, y se lía parda. Total que en unas décadas la humanidad se haya diezmada por un Virus (que trae no se muy bien como, el protagonista) y por los A.P.E.X. que matan a todo lo que encuentran. Tras mil tiroteos (algunos muy molones, otros muy coñazo) y soportar a uno de los personajes negros más tópico y coñazo de la historia (y conocer al que posiblemente fue el precedente del personaje de Duke Nukem) el protagonista llegará al laboratorio donde se originó toda esta paradoja temporal y arreglar el pifostio.
Coñazo de ver, pero que deja una sensación agradable y ganas de ver más mierdas parecidas del director, Philip J. Roth, como Prototype, y algunas escenas de acción macarras, muy de la época, imposibles de ver hoy y muy graciosas. Además tenemos a una preciosa actriz (Lissa Ann Russell que no hizo prácticamente nada más) que me recordaba constantemente a Beatriz Rico dando muy bien en pantalla en las escenas de acción ametralladora en mano, con armadura futurista y tal, que a mi siempre me mola. Para pasar el rato recordando tostoncillos de videoclub y como te sentías viendolos siendo chaval, no que no es moco de pavo.

domingo, 29 de enero de 2017

Cy Warrior


Resulta que unos tipos en un despacho han creado un robot ¡destinado a ser el soldado perfecto! ¿sabemos porqué? ni ídea...sencillamente a desaparecido (tras echar a perder lo que se auguraba como una gran pelea por hacer trampas en un carguero). Cy-Warrior es una especie de cruce entre ET y Terminator. No sabemos porque los perseguidores del Cy-Warrior en cuestión le ponen tanto ahinco al tema, porque Cy-Warrior en si no es malvado ni mucho menos, ni hace nada malo...tampoco sabemos exactamente porque huye de ellos...aunque quizá es porque son unos capullos. Tampoco sabemos exactamente porque un crío retrasado se aleja de su clase, que está de excursión en un estúpido tren, deduce que Cy-Warrior es un robot con solo verle ¡hasta le dice que ahora se le llevará con el a su casa! debe haber estado viendo la peli...esta o ET vamos...

En fin, Cy-Warrior es mala a rabiar, tiene muy poca o ninguna acción y absolutamente ningún sentido, pero es bastante divertida e infinitamente más llevadera que cualquier otro explotation así que...la recomendaremos para el aficionado casual de este tipo de caspas.

Además tenemos unas escenas de "reparación" bastante graciosas y algo así como steampunk... después de todo el director, Giannetto de Rossi, es el mismo creador de los efectos protésicos de los hits de Lucio Fulci: Nueva York Bajo el Terror de los Zombis, El Más Allá, Aquella Casa al Lado del Cementerio, etc... el esqueleto dorado y lo precario del plastiquete que simula su piel tiene su encanto, y es de las cosas más disfrutables de la película. El final con una música muy italo-disco a cargo de Lafranco Perini con el robot haciendo conducir la electridad para salvar el corazón del crío mientras el suyo va muriendo tiene mucha gracia. 

Por cierto, y como detalle bizarro sinsentido final, el crío lleva al final del film un pijama con el dibujo de un dinosaurio que es básicamente Godzilla, jugando al futbol ataviado con la equipación de la selección Española, un rótulo reza: "Soccersaurus". Pa cagarse.

Una curiosidad que me gustaría saber es donde demonios está rodada, porque los extras son todos sudaméricanos y es un lugar costero al que se refieren como una isla, sin mencionar nunca el nombre del país. Llegamos ver a Cy Warrior bailar merengue... en fin no se, República Dominicana imagino, aunque imdb no lo especifica. Muy recomendable para echarse unas risas con amigos o en la soledad y el confort de su hogar.

Magia a la Luz de la Luna


Cuquisima película de Woody Allen, en la que destaca con luz propia (más que de Luna) Emma Stone, que sabe ser cándida e inocente, graciosa e irónica todo a la vez, que después de todo es lo que se le pide aun actor que protagonice una película del Judío. Colin Firth tiene un personaje muy acomodado a su propia persona -hosco y antipático- y quizá se pasa... yo habría deseado más romance y jugueteo y menos discurso espiritual, pero el amigo Allen va teniendo ya sus años, y es normal que le obsesionen ciertos temas. No es que no lo hayan hecho en el pasado, pero está claro que no les da el mismo trotamiento. 

No obstante, la conclusión, si se parece a la de otros de sus films que han tratado el tema de la espiritualidad, muerte y Dios (como Hannah y sus hermanas) e incluso otros temas, como el del amor y las relaciones (Annie Hall), esto es, que los seres humanos necesitamos de la ilusión, los sueños, o como en este caso, la magia. Aunque nuestro intelecto nos diga todo lo contrario, hemos de aceptar lo inexplicable en nuestra vida, la ilusión, lo inasible en definitiva...la locura. Parece una conclusión bien sencilla, pero viniendo de un tipo tan inteligente, habrá que seguir su ejemplo y vivir de ilusiones o como en la película que nos ocupa, de magia.

Rats


Alucinante documental del siempre interesante Morgan Spurlock (director de la famosa Super Size Me, en la cual eramos testigos de como ponía en riesgo su salud comiendo solo en Mc Donalds durante todo un mes) que he podido ver a través de Netflix. Aunque se estrenó en Discovery Channel, está lejos del look y pretensiones standard de los producidos por dicha cadena. Es más, se trata casi de un documental de terror, y finalmente diría que hasta, prácticamente de un Mondo moderno. El tratamiento sensacionalista, viajar a distintos lugares del mundo (a menudo del tercer mundo) el montaje dinámico y efectista, la música...¡nada menos que un mondo moderno!

Si nos fíamos de la sinopsis, lo tomaríamos como digo, por un documental más de Discovery Channel, ya que se supone que trata de los desastres provocados por las Ratas a lo largo del mundo la historia...que se acerca poquito a lo que realmente trata el documental, afortunadamente. El documental trata directamente el asco que provocan dichos animales, lo explota con especial habilidad (ayudado por una producción acojonante) y lo, básicamente, dificiles de matar que son. Se adaptan, mutan, camuflan, y aprovechan nuestras ciudades superpobladas para abastecerse y no dejar de crecer.

Los primeros cuartenta y cinco, de los cerca de noventa minutos que dura el documental, puede decirse que es más convencional. dentro de su originalidad e hiperbólica cinematografía. Vemos exterminadores profesionales en Nueva York, equipos de control de plagas, científicos... hasta aquí muy interesante, pero la fiesta de verdad empieza al viajar a la india. Unos minutos antes veíamos exterminadores forrados con guantes, mascarillas, y de repente un contraste brutal con Hindúes de barrios muy pobres, cazando ratas en sandalias y con las manos desnudas, usando redes y palos... ahí es donde comienza lo bueno de verdad. O lo repugnante, según se mire, porque llegamos a ver como recolectan, venden y transportan a Vietnam, para ser testigos de su minucioso despiece y cocción...y degustación por ávidos comensales Vietnamitas, que las degustan sin complejos... avisados quean los sensibles. Hay chicha. Y no digo más, porque el final sin llegar a esos extremos de repugnancia... le deja a uno sin saber que pensar, y es un climax perfecto...muy recomendable para estómagos fuertes.

Karate Contra Mafia


En los tiempos de Netflix, cuesta imaginar que una película rodada en menos de una semana en Canarias, al calor del éxito de las películas Chinas de Artes Marciales, estuviese agotada en videoclubes durante un tiempo considerable (segun afirma su director, según Oso de Cinecutre, que así nos lo relató tras su proyección en la Pre-Cutrecon 2016, en los Cines Dreams Palacio de Hielo de Madrid el pasado 12 de Enero) pero así fue. 

Ramón Saldías (acreditado como Sah-Dia-A en la película, en un desfile de nombres chinos inventados, aparentemente, pero que según nos contó el director de la Cutrecon, fueron traducidos del castellano por un Chino, para escribirlos tal como se haría en dicho idioma) nunca había visto película de Bruce Lee, Jackie Chan, o nadie en absoluto. Es más nunca había visto un solo film de artes marciales como los que proponía imitar hasta unas semanas antes de rodar. Los actores pertenecían a una escuela de Karate de Las Palmas, y todo parecido con una persona oriental, quedaba rápidamente diluído (sobretodo en caso del protagonista, que luce un peinado que se esfuerza penosamente por darle un look a pelo de Oriental...) por eso muchos de los extras que participan en la pelea llevan pasamontañas.

Total que estamos ante el típico caso de película más interesante por que intentaba engañar clamorosamente al espectador -haciéndose pasar por china en todo momento- y por el trasfondo de como fue realizada. Otra anécdota jocosa que nos contó Oso fue la de que la única actriz dispuesta a mostrar algo de carne, era la madre de un alumno de la escuela de Kárate en que era profesor el protagonista de la cinta, por lo que el tipo durante las escenas de amor, está inmóvil y aterrorizado, muy cohíbido por tener que enrrollarse con la madre de uno de sus alumnos en pantalla. 

La película es aburrida y tediosa hasta más no poder. Repetitiva como ella sola y con algunas de las peores escenas de lucha de toda la historia del cine. Pero claro, vista en el contexto Cutrecon se hace mucho más llevadera por compartir risas e improperios en voz alta. Triunfaron las sucesivas luchas entre el protagonista y el tipo del polo rojo y el pasamontañas, las persecuciones a cinco por hora, los penosamente disimulados exteriores Canarios que tratan de pasar por Hong Koneses y horrorizaron al personal los primeros planos del repugnante Maestro del protagonista -que quieren que les diga así fue-. Solo para verdaderos masoquistas y aficionados al género chungo. El resto del público puede disfrutarla vista en Cutrecon o similares, y puede que ni así, pues la intensidad del público español actual, que ya ha "aprendido" como bregar con estos pases, puede hacerle la experiencia insoportable, a mi me la hace a veces al menos...

Alerta Máxima


Pues nada me ha dado por ponerme hoy este "clásico" de la época de auge y alzamiento de Steven Seagal. Estaba en Netflix, y es tan sencillo como darle al play. Y con Erika Eleniak en bolas garantizada, una triste mañana de Invierno sin nada mejor que hacer, suena bien, sabe bien y huele mejor. 

Como ya sabrán esto va de Steven Seagal que es un crack encubierto como coinero en un submarino ¿o era un porta-aviones? esa es la atención que he prestado... el caso es que es la situación de rehenes mil veces vista en el cine de la época. Pero está Gary Busey animando y mucho el cotarro, travistiéndose, y por otro lado, Tommy Lee Jones con Mullet, haciendo de un hippie maníaco, que lo mismo se pone serio, que se le va por completo la olla. 

Total que está entretenidilla, aunque detienen su devenir escenas en las que mi cerebro desconecta con facilidad, que pongo al lado de las típicas del mal cine de terror, esas en que el protagonista atisba en la penumbra, y yo me muero de aburrimiento esperando a que algo ocurra. Aquí tenemos lo mismo pero aplicado al cine de acción, lo que me hace como digo, ponerme a pensar en otra cosa. Al igual que muchas idas y venidas de militares, que me dan un poco igual. Pero vamos, entretenida está, y Gary Busey travestido, repito, Gary Busey travestido. Steven Seagal arrancando gargantas de cuajo, clavando machetes en craneos...que se yo, lo normal una mañana de invierno. Como me repito ¿verdad? que si no la han visto que la vean, es una de esta década que me dejé, en esa rara transición de los ochenta a los noventa, si no hay nada más a mano, es una buena opción.

Yoga Hosers


Salvo en cosas como Red State, Kevin Smith siempre me resulta super divertido. Y esta Yoga Hosers, no por estar hecha más por hacer lucirse a su niña, es menos entretenida. El argumento es un remedo de Clerks. Dos adolescentes de Canadá se ven obligadas a trabajar un Viernes por la noche, en que unas salchichas nazis, que se le meten por el culo a la gente, empiezan a asesinar. Si. Ese es el argumento ¿que? luego estáis suspirando por el cine de los ochentas, y en cuanto alguién lleva a cavo un argumento absurdo y loco le critiáis.... Y hablo en plural porque ha recibido, y recibirá muchos varapalos.

Las chicas lo hacen muy bien, hasta Johnny Deep está gracioso. Se pasa volando (lo único que flojea es el final con Ralph Garman y ese monstruo gomoso torpe y absurdo) y además me lo pasé teta sospechando que Kevin Smith se pone cachondo grabando a su hija en mayas...

Superman and the Mole Men (1951) Lee Sholem


Pues resulta que los colegas entrañables del cine Artistic Metropol, tuvieron a bien hará un par de semanas, y con Batman V Superman: El Amanecer de la Justicia aún en cartel, proyectar un Martes a las 16:00 de la tarde este primer film del Supes, en glorioso Blanco y Negro enfrentado a unos enanillos de pobladas cejas y plasticosas calvas protésicas. Y tuve a bien acercarme a verla desembolsando la nada desdeñable cifra de 4 Euros. Que oiga, corren malos tiempos.




Y bien pues que quieren que les diga. Es una mierda. Una mierda entrañable, pero una mierda. Si, dura una horilla apenas. Si, es entrañable vista en un cine como el Metropol mientras fuera cae una furiosa y cabrona tromba de agua primaveral (con otros dos colgados que como yo iban solos, y como yo, se arrepintieron de haberse acercado a la media hora). Si, es Superman interpretado por el cachondo de George Reeves (supuestamente asesinado en un suicidio maquillado que se narra en otro film que no he visto, que lo interpreta Ben Affleck y que no me acuerdo de su nombre, ni ganas tengo de buscarlo) pero...es una mierda igualmente.


Lo heavy es que estó se rodó para vender la ídea de una serie en la tele, pero teniendo en cuenta que el argumento es tan triste como todo un pueblo enfrentado antorchas y fusiles en mano, a dos pobres enanitos calvos que no han hecho daño nadie y Superman defendiéndoles, en las dos escasas y rápidas escenas en que interviene...en fin...pues como ejemplo de lo que podría dar de si Superman en una serie para la tele, es poco menos que bizarro, pero en fin, eran los 50, vaya usted a saber que drogas ilegales hoy día consumirían en aquel entonces a diario...

Para el recuerdo quedará esa escena de una cabaña ardiendo con unas llamaradas brutales (vamos que si hubiera alguien dentro estaría carbonizado) cuyo contraplano del interior, con el enanillo actuando tristemente, tratando de simular miedo, solo contiene unas débiles llamitas al fondo. Las escenas con Superman que si, son divertidas, con el doblando armas de plástico, volando en paupérrimas secuencias de animación, y sacando pechacho (diría que el traje llevaba mucho relleno) y poco más.

Absurda hasta decir basta es la última toma de la explosión del pozo petrolífero del cual salen los enanitos/topos al principio, durante la cual Lois, afirma con absurda solemnidad "Es como si nos dijeran...vivan ustedes su vida...que nosotros viviremos la nuestra..." si claro, podría significar eso. Y también un gran "¡Que os jodan!", o no os olvidéis de grabar Supervivientes, o a saber que cojones... Este es el tipo de película que uno puede meterle a un cinéfilo que reivindique cualquier cosa en blanco y negro por la traquea, a ver si se calla. No la vean por dios.



viernes, 27 de enero de 2017

La Metralleta (1990) Roberto Schlosser



¡La Metralleta! ¡Cine de acción Mexicano al límite! Con esta carátula, ese título (el apodo de la protagonista) y ese año 1990, además de su nacionalidad, no pude resistirme a ponerme este filmmmm en una de esas mañanas de Sábado en que me despierto pronto cual conejo asustado por las luces y a falta de vida personal, me dedico a perder mi tiempo viendo y reseñando estas mierdas apolilladas para cuatro de ustedes. Por lo cual, les estoy sumamente agradecido, por leer estas líneas que aquí escribo vamos. En fin, que me he vuelto a desviar del tema.



La Metralleta es una policía dura y de cojones (es un decir, es una mujer demonios) cuya personalidad equivaldría a la de un Bruce Willis o cualquier otro heroe de acción policía de tiempos pretéritos. El típico al que el comisario echa la bronca y aparta del caso, pero el sigue erre que erre. La Metralleta se diferencia con estos solo en su apariencia, con su melenaza espectacular al viento (es una mejora con respecto a Bruce Willis). Y claro, su vida personal se resiente por su obsesión con el trabajo, y su hermanita, de vida social disipada, cae en manos de un trasnochado cantante con unos cuantos kilos de más que actúa en un tugurio y que se dedica a meter a jovencitas en la droga y usarlas como distribuidoras a cambio de más chutes, cuando ya están demasiado jodidas para interesarle. Este ruín caballero (que es de lo más divertido de la cinta) acabará por vender literalmente a la hermana de La Metralleta a unos repugnantes tipejos que la meten de latigazos y acaba muerta de sobredosis tras una supuesta orgía sádica (supuesta porque nos informan de  ella, no llegamos a verla). Por supuesto La Metralleta se tomará la justicia (y la metralleta) por su mano.



Que se yo, tampoco es tan divertida como esperaba viendo la carátula. Pero los mexicanos y sus términos me hacen tanta gracia, amen del tema del cantante chungo y el personaje del chivato que resucita hasta el final, y su corta duración -apenas hora y cuarto- que se me hizo bastante amena. Además soy tan putita de los noventa que ver esos vaqueros típicos de la época, esas americanas gigantes y escuchar de fondo esos sintetizadores que tanto les molaban entonces, pues me es agradable y se me hizo bastante amena. Es el mayor espectáculo audiovisual proveniente de Mexico que uno puede esperar cuando se despierta a las séis de la mañana un Sábado.

Hundra (1983) Matt Cimber



Llevo una semana de sorpresas. Primero descubro que Jess Franco no solo si había protagonizado una de sus películas, sino que además lo hacía como el personaje que después interpretó en al menos dos ocasiones Tony Mayans, Al Pereira (y salía además enrrollándose con Lina Romay, su mujer, y nos ofrecía un desnudo quasi-integral) en la película Downtown (1975). Ahora me llevo otra sorpresa (de limitado impacto, pero sorpresa al fin y al cabo, para el aficionado al cine chungo) al comprobar que existen los Conanxplotation de calidad. Y además protagonizados por feminas. Ole.



La película nos narra la odisea de Hundra, una guerrera orgullosa (no seré penetrada ni por espada, ni por hombre, afirma) de una tribu de mujeres apartadas de los hombres por decisión propia. Reclaman su libertad e independencia con respecto a la esclavitud masculina, hasta el punto que solo recurren a su compañía para engendrar más mujeres que pueblen la tribu. Es una mala noticia, por tanto, cuando nace un varón (lo echan a los lobos, se sobreetiende). Hasta que un buen día llegan unos capullos a caballo y la lían parda. Violan mujeres, sajan barrigas de embarazadas (literal) y se oyen unos trágicos coros orquestados nada menos que por Ennio Morricone que nos informan que tenemos que estar muy jodidos por la muerte de esta gente que acabamos de conocer. 

Hundra que estaba convenientemente fuera del poblado cazando, emprende una venganza contra los que le han dejado como último vestigio de su tribu, consciente de que en su coño reside (literalmente) el futuro de su gente. Porque claro hay una hechicera negra que hace unos graciosos ruiditos y cantos, que le dice que algún hijo tendrá que tener para que sobreviva su pueblo, o se regenere vamos ¿que gran ídea no? a mi me fascina, una guerrera lesbiana que va por ahí todo jodida porque aunque no quiere, tiene que... bueno, trincarse a alguno para regenerar a su pueblo. Como comic o serie funcionaría hasta mejor. En fin, que la película empieza bastante prometedora y me sorprendió. Se aprecia menor presupuesto que en un Conan El Barbaro, claro, pero está bien rodada, y ayuda que heredara (según creo haber leído) gran parte del vestuario dejado por el equipo de rodaje de la mentada superproducción que se rodó en España en el 82, mismo lugar, nuestro país, donde rodaron esta Hundra. Concretamente en Madrid y Segovia según pude escuchar en los comentarios del director.



Después de ese gran arranque y algunas escenas de persecución por planicies más o menos bien coreografiadas (y con logrados planos de dolly, entiendo que más recursos heredarían de Conan) la película pierde un poco de fuelle al llegar al poblado de donde ya no se moverá (y de donde es la banda que llevó acabo el genocidio de la tribu de Hundra, o casualidad) el primero que visita Hundra, cosas del cine serie B. Sigue dejándose ver, pero se vuelve un poco tontorrona y tiran hacia la comedia al tratar de "adecentar" a Hundra para que conquiste al médico local, que la enamora. Sale un actor español, al que reconozco de películas de Mariano Ozores, y que solía interpretar la visión del gay que se tenía en la época, el mariposón exagerado vamos, el mariquita, y que aquí tampoco se aleja mucho de esos parámetros. Podría ponerme a buscar su nombre y tal, pero es que no me apetece. Hacedlo vosotros, vagos y me lo ponéis aquí en los comentarios. Pero eso, que Hundra bien, que es una buena ídea, y adelantada al feminismo en las heroinas de cine que se nos está viniendo este año pasado 2015 con Mad Max Furia en la Carretera o The Force Awakens, por citar un par actuales. Solo que Hundra los tiene todavía mejor puestos. Muy maja la peli.







Downtown (1975) Jesús Franco



Vivir para ver amigos, cuando uno cree haberlo visto todo, se sorprende contemplando la imagen de Jess Franco en bañador. En fin, pues aquí estamos con un nuevo tostón entrañable del tío Jess, aunque bueno, este se deja ver bastante bien, eso si, me lo he tragado en alemán con subtítulos en inglés. Inglés controlo, pero no se que tiene el alemán (y más en boca de Jess Franco) que me desconcentra para leer el inglés. Añadidle flipar con una jovencita Lina Romay exhibiéndose más deshinibida que nunca con el desparapajo que le caracterizaba, el sueño y las varias cervezas que llevaba viéndola, para obtener como resultado un completo desconocimiento por mi parte de la trama. Pero por suerte, como la mayoría de las del tito Jess, se puede disfrutar perfectamente aunque uno no se esté enterando que demonios pasa en un momento dado (es más, de hecho, es una sensación común en su filmografía). Además al final se trata de la historia de siempre, en este caso, de detectives. 



Jess Franco es Al Pereira (personaje que en otras ocasiones -desconozco cuantas, que alguien me lo apunte si lo sabe- interpretó Antonio Mayans) un detective cutrecillo de la costa (pero que se cree la hostia, a juzgar por sus soliloquios) que es contratado por una stripper interpretada (apasionadamente) por la Romay, para que le haga las fotos a su marido, en acto de puesta de cornamenta. En un principio parece dinero fácil, pero la cosa claro, se complicará cuando el tipo muera, y Pereira sea uno de los sospechosos. Además , el tipo estaba forrado y era poderoso. Y partir de aquí los típicos giros, las típicas investigaciones y pesquisas, de las que no me enteré demasiado , pero que básicamente consisten en el pobre Al Pereira haciéndose el duro, pero cayendo de lleno en las redes de Lina Romay y su pérfida amante lesbiana, que le manipulan a su antojo para obtener sus criminales objetivos. 




Downtown tiene el atractivo añadido de ser una de las pocas ocasiones en que podemos tener como protagonista a Jess Franco, y no solo en papeles secundarios, como ocurría a menudo. Y es un gran protagonista. Esa cara permanente de -me váis a perdonar la expresión- "quedao" que tiene es...demonios, hipnótica, en serio, le quieres seguir mirando, quieres ver que más hace, es el protagonsita perfecto, o lo que debería ser un actor protagonista y no como muchos de los actores protagonistas que han janolado sus otras películas (toma trabalenguas). Además Al Pereira es un personaje feillo y bajito que se cree Humphrey Bogart, y como tal Jess Franco lo interpreta a la perfección para que resulte cómico el contraste entre lo que el piensa que es y lo que resulta ser en realidad.

Otro punto a favor para los más mitómanos es tener escenas con Jess Franco y Lina Romay enrrollándose, que como sabéis fueron marido y mujer durante décadas. No es que sea el colmo de la excitación ver a un cuarentón (en la época) como Jesús Franco con la Romay con ventipocos (de nuevo repito, en la época) pero siendo quienes son, para los que hemos visto y sufrido tantas de sus películas, es algo así como entrañable, a su manera chabacana (la Romay se dedica a lamerle el bigote con profusión a Franco). Total que si te has tragado Vampiros Lesbos, Dracula contra Frankenstein o El Ataque de las Vampiras y las has disfrutado (siendo tan coñazo como son) ¿como no vas a disfrutar Downtown que es hasta mejor? tenemos zooms descarados a los coños en cuanto están al aire, que es muy gracioso, escenas imprescindibles de cabaret, confusos tríos eróticos (el de Jess Franco masturbando torpemente a las dos lesbianas es de antología) y un personaje entrañable del que el director busca la mofa.



Antes de acabar a colación de las torpes escenas eróticas de las que hablaba, resulta chocante lo mal dirigidas que están estas, frente a lo espectacular y sensual que resultan otras más "tranquilas" por ejemplo la mañana siguiente al trío de la Romay, su novia y Franco, en que ambas fuman y chupan botellas en pelotas. La foto en esos momentos es hasta bonita y ellas están...en fin que está claro que lo de Franco no eran las escenas standard, eran los momentos...diferentes, en que no pasaba nada concreto. Así ha resultado su filmografía claro. En fin que la recomiendo a fans de Jess Franco y a quien le interesen las películas eróticas españolas torponas de los setenta.

jueves, 26 de enero de 2017

La Noche del Demonio (1957) Jacques Turneur


¡Que gran película! Tras dos intentos fallidos de ver Alien Vs. Predator (¡con lo que me gustaba de chaval!) y una sexplotation chunga con Laura Gemser, me ha pedido el cuerpo blanco y negro, y disponiendo de una buena copia de este, el típico clásico con que tanto dan la chapa los entendidos, me decidí a verla. 

Viéndola pensé en Blood Tomahawk, la reciente película protagonizada por Kurt Russell. Si, se que no tiene nada que ver con esta que me ocupa, pero ambas coinciden en una cosa, maestría narrativa, concisión, sintesis, eso que con tanta arrogancia a menudo ignoran los cineastas actuales (incluso los buenos). Esa modestia que hace que los creadores se centren en armonizar todos los componentes de la historia sin que uno resalte por encima del otro, que todo fluya y a la vez...en fin, que me estoy poniendo de crítico pesado y académico, cojones. Lo que quiero decir es que tanto la de Kurt Russell como esta son obras maestras demonios (nunca mejor dicho). Y encima esta, es divertida, porque no me digáis que no es divertido un inglés calvo de 50 años con barbita mefistofélica que vive con su madre en una mansión financiada por los seguidores de su culto satánico...



Para quien no lo conozca, el argumento (que puede haber errores, porque la vi en inglés sin subtítulos) viene a contarnos la historia de John Holden, un Psicólogo que acude a Gran Bretaña tras la muerte de un colega (al que vemos morir en la primera escena perseguido por un gigantesco demonio que surge de una neblina en medio de la noche) para desmentir el caso del Doctor Karswell, que lidera una supuesta secta satánica y tal (ya digo que no me he empapado bien por que mi dominio del inglés no es tan óptimo). Y Karswell, como le ve tan decidido, le echa una maldición en forma de papelito con runas chungas, y a no ser que abandone el caso y se vaya, tendrá una muerte fatídica. Holden no se achanta (es más, se burla con gracejo y desparpajo de tales chaladuras, ante el estupefacto espectador, que se ve venir el desastre por lo oblicuo del caracter del psicólogo -que actua más como un policía/galán de mierda-) y prosigue investigando junto Joanna Harrington, la sobrina del desafortunado Doctor que muere en la primera escena.



Francamente y fuera bromas, la película es acojonante, porque hay que tener en cuenta que es del año 1957, y para que una pelicula de ese año me asuste y me inquiete (incluso de este año) hay que tener talento. Lo que más llama la atención es lo moderna que es, hasta el punto que diría que fácil esta película prefigura todo el terror moderno (que me fustiguen los expertos si estoy equivocado pero es lo que pensé). Está todo, los sustos "falsos", esos típicos sobresaltos ante un peligro tanto en el protagonista, que resultan ser algo trivial carente de peligro, pero que ponen en guardia al espectador. Está la típica actitud de cinismo hacia lo sobrenatural, que va cambiando a medida que avanza el metraje...no se, aunque es un clásico, da la sensación de ser una película que nos podían haber contado tal cual (salvando las distancias claro, porque el protagonista es un machista redomado) hoy en día. Con Yo Anduve con un Zombie pasaba un poco lo mismo, pero aquella era más peñazo. 

Quizá la diferencia es que algunas de las escenas más tensas y potentes, más climáticas, se resuelven aquí no tirando de montaje, efectos y trucos circenses digamos, sino, con actores, tal cual, y es que algunos secundarios de la cinta, nos dan algunos de los momentos más potentes, recurriendo solo a su talento actoral, que es lo más llamativo (me acuerdo sobretodo de la posesión en torno a la mesa, cuando la chica habla con su padre muerto, ese actor derrocha talento imitando voces y te deja loco) 

Y luego el tema de las maldiciones ¡demonios hasta puede haber influído al terror japonés! 
Muy entretenida, inquietante y divertida, incluso vista hoy en día, casi sesenta años después de su estreno. 



Lo único que llevé mal fue esa sección final con el tipo "en coma" que luego se tira por la ventana...me pareció un poco pegote, no estaba mal, pero me desentonó un poco, aunque después con el climax final en las vías y ese ambigüo plano final, recupera brillo. 

Lo dicho que esta vez los expertos pesados tienen razón. Además aún siendo como digo muy contemporanea, como digo, sus aspectos digamos, caducos, funcionan como diversión adicional vista hoy en día. La actitud varonil, casi paleta, del protagonista, ante lo desconocido, es tan exagerada que resulta cómica. Y luego ese villano, interpretado por Nial Mc Ginnis, satánico enriquecido que vive con su madre...merece una película aparte, así como su madre, graciosa y tierna a más no poder, tratando de ayudar a los protagonistas frente a su hijo, que le insiste en que no queda otra, tienen que matar a la gente para mantener su statuos quo ¡que gracioso! 

En fin, que ya me enrrollado mucho, que la véais si os sale de los cojones, que este no es uno de esos clásicos peñazo, que esta es buena. 

miércoles, 25 de enero de 2017

El Asesino de Muñecas (1975) Miguel Madrid (Como Michael Skaife)



Que película más sórdida, más enloquecida, más demente, más maravillosa amigos. Y pensar que cuando terminé de verla me pareción un "Maniac-Explotation" mezclado con "Psicosis-Explotation", pero ¡ay! ¡la Maniac original es de 1980! lo digo por todo el tema de los maniquíes...no recuerdo tanto Maniac como para saber si el uso ambivalente de maniquíes es tan abundante...pero definitivamente en el remake protagonizado por Elijah Wood de 2012 definitivamente lo es ¿Se inspirarían sus perpetradores en el film que nos ocupa? Todas preguntas sin respuesta. Vamos a pensar que si ¿porque no? 

Paso a resumir un poco el demente argumento para los que no la hayáis visto o bien no la recordéis (lógico por otra parte, esto queda en la mente como una pesadilla chunga o un viaje jodido de ácido). Paul es el hijo del jardinero de un parque ¿que es también carnicero? no me quedó claro, un parque, que por otro lado, parece propiedad de un matrimonio de condes para los que trabajan los padres de Paul, pero que está abierto al público, concretamente a parejitas salidas que van por la noche allí a follar (¿véis por donde voy con lo de el viaje de ácido? incoherencia a tope).



Paul está desde el principio y claramente totalmente tronao, para entendernos. Está muy muy jodido el pobre, y el guión y el montaje ayudan, no se sabe si a propósito o por torpeza, a volcarnos de lleno en su psique, porque al igual que la cabeza de Paul, la película nos narra escenas que no se sabe si son delirio suyo, sueño, alucinación...aunque luego resultan ser ciertas, y nos dispara escenas locas sin venir a cuento, que parece que lo que quieran es adentrarnos, lo dicho en el cerebro del susodicho. Pero centremonos, porque al final la reseña me está quedando tan lunática como el propio film. Paul está traumatizado por un lado, porque su madre perdió a una niña, que era su hermana, antes de que el naciera, y claro, quiso convertirle a el en su niñita, lo cual provoca que Catherine (así se llama la hermanita) viva encerrada en su mente (y le anime a matar ataviado con una peluca y una máscara con las facciones de su madre jodidamente aterradora y esperpéntica a la vez). Como si esto no fuera poco, es un estudiante frustrado de medicina que ha suspendido ¡porque le asusta la sangre! claro que a saber si esto es cierto, o fruto de sus delirios. 

Total, El Asesino de Muñecas es una de las pocas películas que se escapan a mis palabras de las que he reseñado aquí. Bajo sus formas de película-tan-mala-que-es-buena-para-reírse-con-amigotes se encuentra, pienso -y lo digo totalmente en serio- una obra maestra que tomando elementos de obras maestras previas -La Matanza de Texas y sobretodo, Psicosis- ha influído a otros clásicos de los que hemos oído hablar mucho más.



La sordidez abunda delante y detrás de la cámara -esos planos tan voyeurs que le tira el director al protagonista (mención aparte las carcajadas que provocan sus momentos de sobreactuación arrebatados, especialmente en una escena en que se ducha de manera jodidamente rara, haciendo unas poses...bueno, inenarrable) tan gays, ese protagonista siempre sin camisa cerca de un niño, su amigo...esa Inma de Santis siendo filmada en tetas cuando tan solo tenía 16 años, esa Condesa queriéndose follar al protagonista con los mayordomos -y amantes- descojonados cuando se pone pedo... y suma y sigue. Se me queda corta la reseña porque no creo que en un solo visionado pueda asimilar todo lo que esta obra magna tiene para aportar. Magnífica. Tenéis que verla.

Tank Girl (1995) Rachel Talalay



Estamos en el año 2033, la humanidad está en palabras de su protagonista "jodida", no hay agua y hay unos tipos armados hasta los dientes que te acribillan si se te ocurre robarles el líquido elemento, actividad que es, precisamente, a la que se dedican Rebecca (aka Tank Girl) y sus colegas.

Tank Girl es la adaptación del popular comic de culto de Alan Martin y Llamie Hewlett cuyas portadas (especialmente la de Tank Girl con dos cabezas nucleares a modo de sujetador) siempre me llamaron la atención por la época, aunque no llegué a leer uno hasta que tuve treinta años, allá por 2010, fecha en que salió un primer tomo recopilatorio. Gráficamente muy potentes pero de guión intrascendente (de hecho no recuerdo una mierda de lo que leí) los comics de Tank Girl tenían un rollo recargado y "transgresor" que supuraba noventas por todos los lados, así que bueno, podemos décir al menos, que no hubo mejor fecha para adaptar el comic que los propios noventa (esa década que solo parecemos amar unos pocos, especialmente el mágico año de nuestro señor, 1995: Mortal Kombat, Species, Virtuosity...¡dios!). Aunque debo decir que viéndola, y observando al personaje en según que escenas, me he acordado mucho de Deadpool.




No es que recordara especialmente bien esta adaptación (de hecho me dejó en la época una sensación muy parecida a la de hoy día, esto es, una absoluta indiferencia que dará paso a un rápido olvido) pero no he podido dejar pasar la ocasión de verla en un maravilloso ripeo de bluray (la cabeza holográfica de Malcolm McDowell en toda su gloria). 

Esta película, aunque sobre el papel no tendría nada que ver, me trae a la mente otras de la época como Double Dragon, Street Fighter o Mortal Kombat (muy cercanas todas -unas mas que otras, está claro, pero todas- a mi corazón) esto es, algo así como adaptaciones serie B. Coger algo popular, sea videojuego o cómic, gastarse poquito, contratar a algunos rostros populares, pero tampoco estrellas, y lanzarse al ruedo a hacer trillones de dólares, cosa que pocas de este cuarteto consiguieron (de hecho solo Mortal Kombat, y tampoco fue para tirar cohetes). Todas comparten una cierta estética cartón piedra muy colorista y recargada, y algunas de las peores actuaciones de la historia del cine. Cierto que esto podría decirse de muchos filmes de los noventa, pero los más viejos del lugar me entenderán, estas cuatro están bien hermanadas. 
Bien, pues a lo que iba. donde estas han entre todas las comillas imaginables "pasado la historia del cine" por su torpeza, y factor "tan mala que es buena", Tank Girl ha fallado, porque ni siquiera es mala, ni tampoco buena, no es ni tan siquiera pasable o insultante...no es nada. Es olvidable 100 %. Y con olvidable no me refiero a mala, porque no se deja ver mal tampoco y es hasta entretenida hasta cierto punto, pero es fina como el papel de fumar, según la vas viendo la vas olvidando, tal cual.



Y uno se pregunta ¿como demonios puede ser tan sosa con una actriz tan perfecta para el papel como Lori Petty? ¿con una premisa post-apocalíptica? ¡Con Stan Wiston maquillando de canguro a Ice-T! A amigos, pues en parte se explica viendo la imdb, y averiguando que la película tuvo toneladas de problemas, se remontó decenas de veces y el estudio exigió cambios y más cambios (entre ellos quitar del montaje una escena post-coital de Tank Girl y su novio/mutante/canguro en la que se habían invertido 5000 dolares en maquillaje protésico para recrear la polla del susodicho). 

Total, un desastre en taquilla. Solo recuperó tras pasar por todo el mundo 2 millones y medio de los 25 millones de dólares que había costado. Naturalmente su directora no volvió a dirigir nada más para cine (sobrevive en tele desde entonces) y yo apuntaría que con justicia, porque otro de sus créditos es la sosa y flojilla Pesadilla Final: La Muerte de Freddy (esta tipa parece experta en hacer pelis sosas olvidables).



Con todo, como os digo, Tank Girl se deja ver, aunque tiene la irritante costumbre de intercalar cada 2 minutos (en serio cada dos putos minutos) cientos de páginas reales del comic, que gráficamente son tan potentes que hacen palidecer lo rodado, un poco injustamente. Intercala buenas escenas (más escasas como en la que Tank Girl rompe el cuello de un guarda con sus piernas tras manipularle sexualmente) con otras absurdas o directamente irritantes (el baile de los canguros...sigh) logrando una desconexión más que notable con el espectador, que se acentúa claro, por los obvios problemas narrativos que arrastra el film por los sucesivos remontajes. Total, un desastre entretenido hasta cierto punto, pero que se olvida en un suspiro. Si sóis fans de los noventa como yo, no obstante, no deberíais dejar pasar la oportunidad de revisarla, igual la disfrutáis más.

¡Ups! lo olvidaba, hay un par de secuencias animadas sencillamente sublimes que hacen pensar cuanto no hubiese mejorado todo de no haber hecho así todo el film.


martes, 24 de enero de 2017

Byleth El Demonio del Incesto (1972)

 


¡Existe amigos! Así que andaos con ojo. Byleth El Demonio del Incesto es una cinta con hechuras de horror gótico italiano, que es más una especie de folletín de época con gotas (muy acertadas) de suspense. 

Se abre con el típico asesino de manos enguantadas de negro asesinando a una muchacha en la intimidad de su alcoba, solo que este se caracteriza por hacer tres incisiones en el cuello, cosa que repitirá a lo largo del metraje con otras víctimas. Tras los créditos se nos presenta al protagonista, el Duque Lionello Sandwell, todo un galán con pelazo que descubre con disgusto que su espectacular hermana Barbara (Claudia Gravy, que lo hace muy bien, todo sea dicho) ha contraído matrimonio con un talludito caballero llamado Giordiano (de lo más divertido de la peli por lo desubicado que parecen tanto actor como personaje, y porque en según que escenas es clavado a Peter Cushing y en otras a Christopher Lee). Es obvio que entre ambos hay una pasión latente que apenas se esfuerzan en ocultar, sobretodo Lionello.


Giordiano trata de congeniar (sin éxito) con Lionello mientras se suceden los crímenes que, esta más que claro según vamos conociendo el caracter psicopático de Lionello, son obra suya. El Peter Cushing italiano proseguirá investigando hasta dar con un secreto familiar (y sobrenatural) relacionado con Lionello. El resto tendréis que averiguarlo si os decidís a ver la película, que no creo, pero a mi no me da la gana contarlo oye, que se rompe la magia. Si diré sin embargo, que el final deja muchas dudas en el aire (hasta el destino de según que personajes) y es muy repentino, todo un what the fuck vamos.

En general Byleth El Demonio del Incesto podría decirse que es un rollo (sobretodo la primera hora) pero me la vi de un tirón y me eché alguna risa que otra, además hay mucho felpudo y mucha teta de pezón sensual y maravilloso. Además de alguna que otra escena de suspense de ambientación lograda. Vamos que es simpática y se deja ver, no es insultante. Y supongo que el rollo gótico setentero a mi me entra bien. Dejo abajo otro cartel que he encontrado, que es bastante más gracioso que el primero que vi, el de arriba. 







lunes, 23 de enero de 2017

Sangre en Mis Zapatos (1983) Jess Franco (como Clifford Brown)



Vivir para ver ¡una película de Jess Franco entretenida! y hasta divertida oigan. Lina Romay interpreta a Paquita la Fina, una molesta cabaretera con exceso de verborrea que es confundida con otra mujer (por el broche de la susodicha -previamente asesinada por los malosos- que coge del suelo y se prende en el apretado sueter -facil tres tallas más pequeño para resaltar las dotes de la Romay) el gran Tony Mayans la recoge, aparentando ser un entrañable chuloputas más de Benidorm (donde transcurre este thriller/comedia de espías) pero siendo en realidad un agente de la CIA que pretende recuperar una fórmula muy importante en la guerra fría, antes que la KGB (los malos de la función) hagan lo propio. Dicha fórmula es creada por un científico interpretado por un jocosamente sobreactuado (y envejecido) Howard Vernon, que cree estar entregándosela a una ecologista (la mujer asesinada con la que confunden a la Romay) pero que estalla en ex-abruptos cuando averigua que quien se hacía pasar por un grupo ecologista, es nada menos que la CIA, personificada por Tony Mayans "¡Iros a hacer puñetas!" -les dice pistola en mano durante el climax- "¡no pienso entregárle mi fórmula a los creadores de la Coca-Cola!"-.



Aunque por su argumento parezca una especie de super-producción cómica, estamos en el mundo Jess Franco. No vamos a pasar de cuatro galanes trasnochados bien vestidos, mujeres medio en pelotas y hoteles desiertos en temporada baja. Pero la película es entretenida a rabiar (sobretodo comparándola con la mayoría de la obra del tito Jess) se nota que los implicados se lo están pasando teta (sobretodo la Romay que diría que está improvisando el 90 % del tiempo) y no se lo están tomando en serio ni por un segundo, lo que hace la película amena y muy divertida, con algunos diálogos surrealistas muy graciosos, e incluso algún gag afortunado. Y cuando no, siempre nos queda la caprichosa disposición de las escenas (jamás olvidaré a Mayans contándole a Romay que es de la CIA mientras moja una tostada en el café y se pone morao a dos carrillos, hablando con un tono super campechano, como si le contara con quien ligó ayer su hermana). 

En la exhibición cárnica además, por primera vez nos quedamos un poco con ganas, la Romay se saca esos pechotes ternescos en algún momento, pero fugazmente, en plan erótico-festivo, más que nada, casí más al estilo de las películas de Mariano Ozores, pero como siempre, eso hace que la película sea más excitante, además la Romay está muy guapa aquí, en plan milf-BBW. Si os queréis ver una de Jess Franco sin aburriros, esta es perfecta.

Nina Forever (2015) Ben Blaine, Chris Blaine


Hay mucho más en Nina Forever, de lo que el cenutrio público de la Muestra SyFy de Cine Fantástico alcanza a ver, esto es, la obvia metáfora de una ex-novia entrometiéndose en una nueva relación.

Nina Forever es un gran film indie británico, de ingenioso y brillante guión que nos habla de un Matemático en Crisis, Rob, que tras una desgracia personal (la muerte de su novia, Nina, en un accidente de tráfico) trata sin éxito, de suicidarse. Esto le granjea la atención y el cuidado de sus alarmados compañeros de su lugar de trabajo, un supermercado, en particular de una compañera, la joven Holly. Se enamoran con rapidez pero, algo se entromente violentamente en su relación, particularmente cuando están follando, se trata de Nina, la fenecida ex-novia de Rob, que afirma que no es ni mucho menos, ex, pues jamás cortaron, y se dedica a aparecer en pleno extasis del coito de la nueva pareja, dejando las sábanas empapadas y sanguinolentas.



A la salida de los Cines de la Prensa, se oía mucho en la cola para entrar al siguiente film (Green Inferno, de Eli Roth) que esta Nina Forever, era poco más que un cortometraje alargado. Aunque es una pega que se le pueden poner a algunos de los films de este tipo de festivales, dudo que Nina Forever sea el caso, es más, lo niego rotundamente, y lo atribuyo a los problemas con los subtítulos que tuvo el pase, y que hicieron que se retrasara su final, porque se tuvo que parar la proyección y sincronizarlos de nuevo. En un pequeña tragicomedia de personajes centrada sobretodo en sentimientos sutiles, por más elementos fantásticos que tenga, esto es bastante letal, sobretodo si le añadimos que en la Muestra SyFy abunda un (a veces sano, otras no) eufórico ambiente de cachondeo absurdo y desbordado.

Pero a lo que vamos, Nina Forever nos habla de mucho más, que de un cadaver que vuelve a la vida, como metáfora de una ex que se entromete en la pareja, incapaz uno de sus miembros de olvidarla. Nos habla de personajes que no logran avanzar sino abandonan a otros, pero que a su vez, son incapaces de esto. De relaciones imposibles, e insanas, pero que sin ellas, los protagonistas no pueden sobrevivir. De anhelos enfermizos. De la búsqueda imposible por siempre, de la satisfacción de aquel ser que se ama. De temas, en definitiva, muy profundos, en personajes ricos y complejos, pero, y ahí está la clave de su genio, con una ligereza y un sentido del humor únicos, tristes, profundamente desoladores, pero cómicos y bellos a la vez. Una gran pequeña película, que no se olvida con facilidad. Bravo.

The Invitation (2015) Karyn Kusama


Se abría la treceava edición de la Muestra SyFy de Cine Fantastico en Madrid (siempre que uno se hubiese hecho con un bono para toda la muestra por la no elevada cantidad de 40 euros, o tuviese un pase de prensa, como algunos compañeros, que curiosamente son los que luego más molestan sin parar de hablar durante la proyección -te estoy mirando a ti Abel, casi te matamos-) con esta, The Invitation. 

Hay que ver como pasa el tiempo, aún recuerdo aquel día que me metí a ver I am a Cyborg, despistado, sin saber muy bien que iba a ver, en la que era la cuarta edición...alejada ya de los cines Luchana (territorio ahora de Nocturna el "genuino" festival de fantástico en Madrid que llegará en un par de meses) e incluso de los Callao, la Muestra SyFy está ahora recluída en el Cine de la Prensa, al cual nunca había entrado yo, pero que me dio bastante buen rollo la verdad. Equipado con tres salas, lo que ayudará en los pases con mayor afluencia, a ver la película mejor posicionado, pese a las quejas, me da que el cambio de cine le va a venir bien a la Muestra.



Abría la sesión inaugural (que empezó más tarde de lo previsto, reteniéndonos en la cola hasta más tarde de la hora indicada del comienzo de la proyección) como siempre, la preciosa Leticia Dolera, que hizo chistes más o menos afortunados, y mencionó a los capitostes del Canal SyFy que habían venido de otros países a ver que tal iba el evento. Como siempre derrochó energía, y el publicó aplaudía cada frase entregado.

Nos habló un poco del film, y su directora, Karyn Kusama, que se ha exiliado de Hollywood en busca de proyectos más personales tras tropiezos como Aeon Flux o Jennifer's Body (también conocido como que le han echado). Yo, que en la casi una década que llevo acudiendo a este tipo de eventos y viendo mucho cine de género de la más diversa índole iba ya preparado para el típico ladrillo insípido y pretencioso, y con dichas credenciales en su filmografía...en fin, no se podía esperar nada bueno ¡Y que sorpresa me llevé! The Invitation ha logrado que me palpité el corazón a toda velocidad, tenerme en tensión como ninguna película ha hecho en años, es más, no se si alguna ha logrado ponerme así...a la salida el mencionado amigo Abel, al que conozco de otras ediciones y de verle en otros festivales (y a cuyo lado evitaré sentarme en lo sucesivo durante el festival, pues no dejaba de molestar cuchicheando durante toda la película y encendiendo la ira de todos los presentes, con lo cual la molestia era doble, a mi, en mi visionado de la película y con la vergüenza ajena que sentía al sentarme al lado suyo y que los lógicamente enfadados espectadores alrededor mío pensaran que eramos conocidos) mencionaba la supuesta arritmia del film. Yo mismo habría estado de acuerdo con el, de no ser por ese chute de adrenalina impresionante y palpable que tuve en el climax final. Precisamente por eso se que el ritmo es acertado, está medido para provocar exactamente la reacción que yo tuve. 



El cine de Hollywood está muerto, es lo que pensé, si una película independiente es capaz de lo que no son capaces cientos de cine mainstream, ponerme al borde del asiento, hacerme contenter la respiración, todo eso que proclaman los trailers de los majors, y que en este caso si que es cierto. Una dirección de actores soberbia (en especial los dos actores principales) y un thriller con gotas de terror para el recuerdo. No temo equivocarme al afirmar que es lo mejor que vamos a ver durante estos días.