domingo, 29 de enero de 2017

Rats


Alucinante documental del siempre interesante Morgan Spurlock (director de la famosa Super Size Me, en la cual eramos testigos de como ponía en riesgo su salud comiendo solo en Mc Donalds durante todo un mes) que he podido ver a través de Netflix. Aunque se estrenó en Discovery Channel, está lejos del look y pretensiones standard de los producidos por dicha cadena. Es más, se trata casi de un documental de terror, y finalmente diría que hasta, prácticamente de un Mondo moderno. El tratamiento sensacionalista, viajar a distintos lugares del mundo (a menudo del tercer mundo) el montaje dinámico y efectista, la música...¡nada menos que un mondo moderno!

Si nos fíamos de la sinopsis, lo tomaríamos como digo, por un documental más de Discovery Channel, ya que se supone que trata de los desastres provocados por las Ratas a lo largo del mundo la historia...que se acerca poquito a lo que realmente trata el documental, afortunadamente. El documental trata directamente el asco que provocan dichos animales, lo explota con especial habilidad (ayudado por una producción acojonante) y lo, básicamente, dificiles de matar que son. Se adaptan, mutan, camuflan, y aprovechan nuestras ciudades superpobladas para abastecerse y no dejar de crecer.

Los primeros cuartenta y cinco, de los cerca de noventa minutos que dura el documental, puede decirse que es más convencional. dentro de su originalidad e hiperbólica cinematografía. Vemos exterminadores profesionales en Nueva York, equipos de control de plagas, científicos... hasta aquí muy interesante, pero la fiesta de verdad empieza al viajar a la india. Unos minutos antes veíamos exterminadores forrados con guantes, mascarillas, y de repente un contraste brutal con Hindúes de barrios muy pobres, cazando ratas en sandalias y con las manos desnudas, usando redes y palos... ahí es donde comienza lo bueno de verdad. O lo repugnante, según se mire, porque llegamos a ver como recolectan, venden y transportan a Vietnam, para ser testigos de su minucioso despiece y cocción...y degustación por ávidos comensales Vietnamitas, que las degustan sin complejos... avisados quean los sensibles. Hay chicha. Y no digo más, porque el final sin llegar a esos extremos de repugnancia... le deja a uno sin saber que pensar, y es un climax perfecto...muy recomendable para estómagos fuertes.

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