¡Oigan que Van Damme sigue haciendo pelis! Esta vez se va a Filipinas y los muy cabrones le roban un riñón ¡justo ahora que se lo iba a donar a su sobrina! AKA hija, ups, SPOILER. Bueno pues nada, una película que por lo que sea se me ha hecho muy agradable de ver donde Van Damme sale muy demacrado, y uno no sabe si es porque le han quitado un riñón o porque las drojas y la edad le han dejado así. Aunque es muy telefilmesca el carisma de Van Damme, que está viejo y curtido, hacen que no quitemos ojo de lo que pase en pantalla (también por el morbo de ver lo viejo y calvo que se va quedando el pobre, aunque repito, ayuda a su personaje, que es un asesino básicamente). Además, el argumento que es la búsqueda por parte del belga de su riñón perdido, y su dinámica de, averiguamos algo, vamos al sitio, y nos pegamos, pues que quieren que les diga, funciona. Y se hace divertido ver apaños como planos que se debieron olvidar de rodar en localización y los han recreado con fotos del set proyectados en pantalla verde tras los actores (¡cantando mucho!) esencialmente es aburrida, pero en su torpeza se hace entretenida, si se entiende la contradicción, y si no me es igual, a lo que voy es a que me gustó, y que la vean si tienen una noche tonta. Además te desconjonas con esta mujer poniendo morritos toda la peli:
