viernes, 13 de enero de 2017

Turbo Kid (2015)



Turbo Kid es de esas raras películas que generan en mi cierto cariño, y cuesta trabajo ser sincero, así que, me lo voy a quitar de en medio, Turbo Kid es una película fallida. Es una película fallida como lo que pretende ser, una especie de homenaje/actualización de las fórmulas ochenteras, o lo que hoy en día se considera como tales, y fallida también, como película sin más.

Película Canadiense basada en un cortometraje de 2011 y cinco minutos de duración con otros actores en los roles protagonistas claro, llamado: "T is for Turbo". La película podría ponerse junto a otros intentos/homenajes de traer de vuelta el cadaver de los ochenta con tecnologías y maneras, al final, muy de nuestra época, como el mediometraje Kung Fury (que no he visto, solo vi el trailer, que con eso tuve suficiente). Hay otra tendencia dentro de esa misma moda, que nos ha dado sorpresas, para mi, mucho más gratas como The Guest, o la magistral It Follows. Cintas que efectivamente acuden a fórmulas de la década mencionada, sin perder por ello la libertad o la propia personalidad, de hecho le dan más de una vuelta a su propio planteamiento, que las hace únicas y con suficiente entidad, para sobrevivir a la moda retro de turno.



Cosa que no ocurre, ni ocurrirá, por desgracia con Turbo Kid, que arriesga mucho menos, y que es una película muy "festivalera" en el mal sentido. Porque busca constantemente la risotada y el aplauso del personal congregado en dichos eventos, que suele responder con facilidad al despliegue brutal de gore humorístico ¿pega esto con su tono, con su historia, con sus personajes? para nada. A ver, no digo que no se agradezcan toques de violencia, que no escatimen en mostrarlos (después de todo es una película post-apocalíptica) pero los gags de slaptick gore a lo Brain Dead del final, traicionan por completo el conjunto. Tal vez acusa demasiado ser una película con nada menos que tres directores...porque luego tenemos una parte romántica y de ciencia ficción, muy interesante, y es a la que se coge cariño, ante todo por el personaje de Apple, tan bien interpretado por la Canadiense Laurence Leboeuf (me quedé en shock cuando vi en su ficha de imdb que tiene treinta años, aparenta mínimo diez menos). 

Turbo Kid debería haberse tomado su tiempo en ser algo más pequeñito y peculiar, que es lo que apuntaba su trailer (que me emocionó, y tal vez por esto también vino la decepción, casi pude ver una película que no es en mi mente, aunque trazas de ella se conservan en el film final). Quizá peca de querer contentar a todo el mundo, y llevar más lejos de lo que le permite su presupuesto, una premisa que hubiese agradecido un tratamiento más "indie" que por momentos brilla, pero que es ahogada por los deseos de hacerla más grande, espectacular y humorística. No necesitábamos la película/homenaje definitivo a los ochenta, hubiera bastado con aplicar esa sensibilidad a una historia pequeña, como la de un adolescente en medio de un mundo post-apocalíptico, que encuentra una chica inexplicablemente feliz. Al final, de toda la parafernalia, es lo único que importa.

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