jueves, 31 de octubre de 2013

Puppet Master 4 (1993) de Jeff Burr


Las marionetas vuelven a la carga para enfrentarse a los Totems, unos poderosos demonios que en su día dieron el poder de la vida a Andre Toulón y ahora lo reclaman para si. Estos demonios se reencarnan en nuestro mundo en unos extraños muñecos mezcla de Aliens, pequeños demonios y Gremlims.


Siempre había leído y oído que estas películas de la saga Puppet Master no eran muy buenas. Cuando vi Puppet Master ya me llevé una grata sorpresa. La película a pesar de no ser gran cosa me pareció entretenida y simpática. Los muñecos, a pesar de no gozar del carisma de un Chucky me molaron mucho, y básicamente me quedé con ganas de ver más. La segunda película, Puppet Master II aunque no me gustó tanto siguió en la línea, añadiendo elementos de terror clásico que me agradaron y momentos impagables con los muñecos que iban ganando protagonismo, además de que se ampliaba la mitología de la historia ofreciéndonos interesantes retazos del origen de la marioneta lider (Blade). La tercera (aún por reseñar) era la película más redonda hasta el momento de las tres a nivel de guión, pero matarme, me gustaron más las precedentes y esta que me ocupa. Bien sea porque parecía más seria y menos loca, el caso es que no me gustó tanto como las dos primeras (aunque el hecho de que Blade sea una especie de reencarnación de ese Toulon vengador con su sombrero, abrigo y pelo largo me encantó) pero es también recomendable si gusta la temática.


Resumiendo, que cada película va siendo mejor y aportando más (merecido porque a cada película resultan más entrañables) protagonismo a las marionetas. Y como son películas que apenas duran una hora y cuarto se consumen maravillosamente, casi sin darse uno cuenta. 

Así llegamos a esta cuarta que otorga aún mayor protagonismo a Blade, Pinhead, Tuneller, Six Shooter y Jester (desgraciadamente en esta entrega no encontramos a mi otro favorito a parte de Blade, el divertidísimo Torch, aunque aparezca en el poster) y de hecho, en esta ocasión directamente son los héroes de la función. Los que salvan el día.

Y es que esta entrega de la saga Puppet Master opta por un tono menos gore y de terror para dar con un tono más teen o juvenil si lo preferís. Sigue habiendo muertes, pero son muy "light" vemos un poco de sangre y apenas nada más. Se notaba que eran los noventa y el panorama iba cambiando, además, supongo de las influencias de Gremlims y el cine de la década previa. No obstante lejos de ser un handicap, esto hace aún más entretenida la película. Con muchas más apariciones de las marionetas, que cada vez que están en pantalla la película gana enteros y es divertida ¡y aquí están mucho más en pantalla! ¡joder disparan hasta malditos lasers y protagonizan un climax final lleno de acción y peleas marioneta vs marioneta! Muy recomendable si os gusta este tipo de cine, tanto esta, como lo que llevo de saga. Y lo mejor, deja con ganas de ver más.




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