Razones para sentirnos orgullosos de El Hombre de Acero (1ª Parte)

Ya que persiste un interés denodado, absurdo e inexplicable por defenestrar El Hombre de Acero, comienzo una serie de post dedicados a rescatar lo que para mi, son grandes valores, momentos, personajes, actores y escenas que demuestran que se está siendo muy injusto en general con un film, que sin duda será más apreciado en el futuro, como ya pasó en su día con Superman la película de Richard Donner, película de la que hoy nadie duda que es una obra maestra, pero en su día no se le dio el valor que merecía. Curioso, esa historia me suena... Vamos con una primera remesa de Razones para sentirnos Orgullosos de El Hombre de Acero:

-Por los ojos de Jor-El (Russel Crowe) cuando sostiene a su hijo. Con infinita tristeza, ternura y cariño, el pesar infinito de jamás volver a verlo y la certeza absoluta de que debe ser así.

-Por ese Jor-El action hero, y esa breve muestra que nos dan de lo que intuimos son muchas y emocionantes aventuras en ese Krypton fantástico y alucinante, 

-Por un nuevo Krypton, por lo bien que se refleja cultura milenaria entre el medievo y el futurismo, fascinante civilización, decadente y bella hasta su último estertor.

-Por la soledad infinita de Lara cuando contempla el comienzo del fin de Krypton, pidiendo a su hijo que construya un mundo mejor.

-Por Jonathan Kent, un emocionante Kevin Costner, dispuesto a cualquier cosa, literalmente a cualquier cosa, por salvaguardar el secreto de su hijo, incluso a dar su propia vida, en una escena que rompe el corazón.

-Por Henry Cavill. Un más que digno sucesor de Christopher Reeve. Capaz de encarnar a un Superman más vulnerable y cercano para toda una nueva generación y a la vez portar los valores humanos más altos que implica el personaje, como en su día hizo Christopher Reeve.

-De nuevo por Henry Cavill. Por saber ser el vulnerable Clark, que vagabundea por el mundo sin identidad ni rumbo, ayudando desinteresadamente y a la vez, ser SUPERMAN, con mayúsculas, cuando debe serlo.

-Por Diane Lane. Capaz de ser una madre coraje, incapaz de distinguir si su hijo es de Krypton, la Tierra o de Marte, sabiendo solo que lo ama, preocupándose solo de que viva, de que crezca feliz, de alejarlo de sus demonios.

-Por la cara de felicidad de Clark cuando vuela por primera vez ¿Quien no se identifica con ese grito de júbilo al liberarse de la gravedad y ser libre? Simplemente maravilloso.

-Por Amy Adams. Guapa, encantadora e inteligente. Sabe ser la perfecta Lois Lane, perspicaz e incansable en su búsqueda de la verdad y totalmente creíble en su preocupación y amor por Clark. Una actriz como la copa de un pino que demuestra en cada mirada que es la mejor Lois Lane que hemos visto en pantalla.

CONTINUARA...