lunes, 22 de julio de 2013

Puppet Master (1989) de David Schmoeller. El mal viene en todos los tamaños...


Por fin me he decidido a ver la primera entrega de esta longeva saga (nada menos que once títulos, la mayoría claro, en vídeo) que cuenta con un fiel grupo de fans y cierto culto entre los aficionados al género. Y debo decir que la disfruté mucho.


No se si debido o a consecuencia, del hecho de que me habían hablado de ellas como películas aburridas, me ha parecido divertida y me ha entretenido. Su bizarro argumento, arranca con un prologo situado en los años 40, que nos narra la historia de un marionestista/alquímico, que posee el secreto de la vida, y dota de vida a marionetas. Después salta al presente (de 1989), para centrarse en un grupo de lo más variopinto y extravagante de magos, mediums, mentalistas, etc... Este argumento, me sedujo desde el principio. Marionetas muy interesantes sueltas por ahí, la reunión de los "magos", el misterio de su amigo muerto, la rubia con poderes telepáticos al tacto con los objetos, que se pone cachonda al ver en su mente estrellas del Hollywood clásico follando... ¡divertidísimo a más no poder! 

Después, las marionetas entran en acción y somos testigos de unos asesinatos que si bien, no abundan en el gore, si resultan impactantes y sobretodo ingeniosos y divertidos de ver. Nada mal resueltos, desde luego, para el ínfimo presupuesto, que de seguro se manejaba. 

Si os gusta el terror serie B de los 80 y 90 os la recomiendo. No quedaréis decepcionados. Lo mejor es, que deja con ganas de ver más películas de esta serie.

























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