Si la frustración tuviera nombre de película, sin duda se llamaría ATM. Siguiéndole la pista a esa preciosidad y mejor actriz, que es la británica Alice Eve (la podéis ver en Star Trek: En la Oscuridad) me he visto obligado a tragarme este truño con lemas publicitarios como "del escritor de Buried" (película aquella, que me gustó, por otro lado).
ATM recurre, como Buried, a un planteamiento de la historia autocontenido en un lugar y un tiempo determinados. Un lugar un poco más amplio eso si, se cambia el ataúd de Buried por un cajero automático. Pero en ambos casos, el o los protagonistas se ven obligados a estar encerrados en este lugar por una fuerza desconocida. En el caso de ATM, es un psicópata que mata delante de nuestros protagonistas, que contemplan atónitos sus crímenes sin atreverse a abandonar el pequeño local.
Si bien es un subgénero que cuenta con honrosos precedentes que me encantan, como la misma Buried u obras maestras, como el mítico mediometraje, La Cabina, en este caso la premisa no funciona y la cinta se estrella en la mediocridad.
El problema son de entrada, los protagonistas y sus decisiones, que resultan inverosímiles, frustrantes y absurdas en todo momento. Y lo peor de todo, poco creíbles. No ya en el momento en que se quedan encerrados a la fuerza en el cajero, sino desde el mismo arranque de la cinta. Y en este tipo de películas es un error que el guión fuerce los acontecimientos de forma descarada hasta llegar a la pretendida situación de suspense base del film.
Pero si ese fuese el único problema del guión... el problema es que una vez en el cajero, las decisiones absurdas y las reacciones poco creíbles se suceden y se acaba por perder la paciencia. Hasta llegar a un final de traca que es ya el colmo de la frustración, y de nuevo, y siento repetirme tanto, pero es que es así, inverosímil.
Para colmo sus dos actores protagonistas son aún menos creíbles que el propio guión, lo que potencia el efecto del conjunto. Solo se salva Alice Eve, que hace lo que puede con el personaje que le dan. Y hasta dentro de lo increíblemente bueno (hasta llegar a ser directamente tonta) que es su personaje, le da algo de la dignidad y credibilidad de la que carece el guión.
A no ser que como yo, estéis enamorados de esa angelical criatura que es Alice Eve, podéis (y debéis) pasar olímpicamente de esta película.
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