Vaya por delante que me encantó la primera entrega. Pero este Ted 2 es un rollo. Hace tiempo cuando se supo que se rodaba, no parecía mala ídea. Al ver su cartel, no obstante, algo me olía a chamuscina. Mark Whalberg y nuestro Osito cabrón...vale. Los Compitruenos han vuelto eh...vale, no tienen nada. No tienen nada.
Bueno de hecho tienen menos que nada. Porque de ser personajes más o menos "normales" y además que se les cogía cariño y resultaban entrañables, hemos pasado a que el duo protagonista es básicamente basura blanca poco menos que retrasada mental. Una cosa es que sean de clase media/baja y fumen yerba pero...dios...aquí parecen dignos de aparecer en Mujeres Hombres y Viceversa...
Detecto un cierto endiosamiento y pereza en Seth McFarlane en esta secuela. Como si en su interior pensase que todo esta hecho, que da igual lo que escriba (y que actores repitan en el film) como la anterior película fue un éxito esta lo será. No hay que esforzarse demasiado. Así que va y centra la historia en Ted y su mujer, La Vane, un personaje irritante e innecesario, por el que no sentimos absolutamente nada y que no tiene ningún sentido que esté con Ted. Es más, es totalmente absurdo. Y si, incluso dentro de una película con un peluche parlante es absurdo. Los personajes (y más en una secuela en la que el espectador los conoce más y su dinámica) han de tener coherencia. No hay que maltratarlos. Hay que meditarlo bien a la hora de escribir.
Mira que iba a verla con pocas expectativas, pero incluso así, me decepcionó. Y no era el único. En la sala eramos pocos, y el silencio dominaba la mayoría de remates supuestamente graciosos de la mayoría de los gags. Solo se salvan un puñado, y no son la mitad de memorables que los más normalitos del primer film (y este aunque mantiene cierta incorrección política, palidece en comparación con el anterior también en este terreno). En realidad solo salvaría el runnig gag con lo facil que es dar con pollas negras en las búsquedas de internet y el gran gag de Liam Neeson (bueno gracias a este además).
Capítulo aparte merecen las insultantes referencias culturales (agradables en la primera película, metidas con calzador aquí) que son tan obvias, que para que el espectador medio se sienta absolutamente friki y bien consigo mismo, han de convertir al personaje de Amanda Seyfried en una completa idiota en este terreno (¿Que no conoce El Señor de los Anillos, Star Wars o Sta Trek por ir a la Universidad?...si claro... y gracias por insultarme nuevamente señor McFarlane).
Y luego las morcillas del doblaje que hacen alusión a la farándula española ya ni hablamos...lamentable.
No la veais, ni en bluray ni en tele siquiera.
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