martes, 11 de agosto de 2015

Emmanuelle y Joanna (1979) aka Il Mundo di due sorelle


¡Erotismo Rancio amigos! Y nadie mejor que los italianos para servirnosló en bandeja. De tanto en tanto he de revisar alguna explotación de Emmanuelle, y en este caso la propuesta era irresistible ¡porque miren quien la protagoniza! 


¡Exacto! ¡la preciosa Shery Buchanan! Y si no sabían quien era...¡muy mal! Vayan y veansé esa obra maestra que es Zombi Holocausto (1980) o mejor, vean Starcrash 2, que protagoniza, y ya me cuentan que tal está, que yo no he tenido huevos a verla...

La Buchanan interpreta a una Emmanuelle timorata y reprimida, que tiene que aguantar a un marido gilipollas que le pone los cuernos, mientras sueña por la noche con su príncipe azul (que luego resulta ser un gigoló contratado por su hermana para enamorarla y después darla por el culo delante de sus amigos, toma giro dramático). Un buen día da una fiesta en la que un amigo calvo le dice que es masoquista por aguantar al marido que tiene (más tarde le pedirá que se duche delante de el fingiendo que no está, menos Emmanuelle aquí no se salva ni cristo) ella le da la razón, pero mantiene el tipo a pesar de ser el aniversario del matrimonio y que el esté "trabajando". Su madre (que se dedica a pajear disimuladamente al mayordomo mientras le sirve el té en una jocosa escena que reproduzco en el dibujillo de abajo) le pide que vaya a ver a su hermana Joanna, que están muy distanciadas.



Emmanuelle se encuentra con que su hermana es la jefa de un prostíbulo de postín donde van los más prominentes miembros de la sociedad, petroleros, ejecutivos y gente forrada en general, a llevar a cabo las más degeneradas fantasías (como el primero al que se encuentra al que una rubia da el pecho como si fuera un bebé, con dodotis puestos y todo, dibujillo del impagable momento más abajo) fist fucking, ver como cagan señoras escondidos mientras se pajean...en realidad nada que no se haya visto en los baños de fnac, pero en plan ostentoso y decadente.



Esa es la mejor parte (y la más graciosa) del film. Después asistimos a un desfile de vejaciones a la pobre Emmanuelle (su marido la trata como una puta, llegando incluso a pagarla para mofarse y hacerle sentir inferior, su hermana la fustiga con un lático después de hacerle añicos la ropa...) llegando a su culmen cuando conoce a su soñado Marco, un joven que ella cree dulce y fuerte a la vez y que vislumbra como su escape de ese mundo de mezquindad y vicio...¡grave error! Marco es un estudiante de geología resentido, que paga sus estudios ejerciendo como gigoló (se folla a Joanna a cambio de dinero también) y que sodomiza a Emmanuelle en un piso asqueroso medio derruído que ocupan el y sus amigos pobres ¡ahora que tengo trabajo no soy suficientemente pobre para excitarte verdad! le dice rabioso.



Al final Emmanuelle se vengará de su marido con la ayuda de su hermana, montando una orgía falsa, para hacer creer al marido que le pone los cuernos (la hermana por su parte, encarga a los mantones de su puticlub que le den por el culo al tipo, cosa que hacen "ahora cambiará su naturaleza de hombre" dice la tipa sin imutarse) así Emmanuelle será libre, y podrá montárselo con su hermana Joanna, que es lo que todos queremos ver...en realidad se quedan abrazadas, dándose tímidos besos, pero bueno...nuestra calenturienta imaginación hará el resto.

Destacar los pesados y pretenciosos monólogos de Joanna, interesante lo que dice al final "en el hombre, fuerza y dulzura no pueden convivir, pero en la mujer si" y ahí se enrrollan...total que si eres hombre, o eres un cabrón egoisa o eres gay. No hay más tu tía. Fascinante visión del mundo. Pero bueno, hablamos de los setenta...y de que los perpetradores de estas cosas eran hombres heterosexuales de mediana edad...

Discretita, pero muy llevadera, sobretodo gracias a Shery Buchanan, que es realmente preciosa hasta decir basta, y hay planos que aunque no haga nada... ¡dios! la pantalla arde. Maravilloso ser. Graciosa y entretenida dentro de lo que es, si tienen curiosidad por las explotaciones de Emmanuelle este es un ejemplo simpático.


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