Burying the Ex, nos cuenta la historia de Max (Anton Yelchin, visto en el remake de Noche de Miedo, los dos reboots de Star Trek, Terminator Salvation y la maravillosa Como Locos) un chico que trabaja en una tienda de artículos de terror, y que va llevando como puede la convivencia con Evelyn (Ashley Greene), su neurótica novia vegana y obsesiva del reciclaje y lo verde.
Un buen día, entran en una tienda de helados regentada por la maravillosa Olivia (Alexandra Daddario que sale en otra película que me encanta, The Texas Chainsaw 3D), a la que Evelyn poco menos que pone de zorra para arriba por vender algo que puede matar ¡leche!
Max estalla, y decide que ya ha tenido suficiente (no es para menos teniendo a tiro a la Daddario con la que encima comparte gustos por el cine de terror). Decide dejarlo con Evelyn.
Pero un autobus se llevará por delante a la chica, acabando con su vida, sin que sepa lo que Max pretendía decirle. Con lo que no cuenta Max, es que Evelyn volverá (literalmente) a su vida, para asegurarse de que estén juntos para siempre. Un deseo inconsciente pronunciado en presencia de una pintoresca estatua que Max había recibido en su tienda, obrará el ¿milagro? de que Evelyn salga de su tumba para reunirse con el amor de su vida.
Obviamente Buryng the Ex está hecha con poco (muy poco) dinero y eso se nota. La puesta en escena es sumamente televisiva, parece rodada en casas reales, en apartamentos muy pequeños (aunque el pueblo tiene cierto encanto nostálgico reminescente de otras obras de Dante) con una fotografía excesivamente luminosa y casi de telecomedia. Y su protagonista, Anton Yelchin, parece en un permanente estado de resaca, y no muy dispuesto a actuar (o a elevar la voz) eso si, no me preguntéis como, pero acabé teniendo cierto cariño al personaje...
El guión es incoherente y forzado en demasiadas ocasiones ¿de donde sale el genio/satán? ¿porque nadie investiga la tumba vacía de Evelyn? ¿En serio solo van dos chicas y su ex-novio a su funeral tan caros resultan los extras? ¿Porque clavarle un cristal en la cabeza no le mata y que otro zombie le clave una barra por la espalda atravesándole el estómago si?
Pero está hecha por alguién que tiene amor por lo que hace como es Joe Dante y eso, afortunadamente se nota también. Cuando uno pone corazón en algo, aunque sea una película de ínfimo presupuesto en que a algunos actores les da vergüenza actuar, se nota. Por eso aunque Buryn the Ex no esté a la altura del talento de su director, me ha gustado mucho. Está llena de guiños al cine de terror de todos los tiempos y es dificil no ilusionarse con esos personajes que crea Joe Dante tan cercanos a el, casi como un avatar suyo con la cara de Anton Yelchin y la que sería la chica de sus sueños en este caso Alexandra Daddario.
Es agradable, entretenida, no ofende y destila cariño y amor verdadero por el cine de género. Y ver de nuevo a Dick Miller haciendo su típico personaje secundario y soltando una coña marinera malhumorada...¡no tiene precio!
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