Final Girl (2015)

Si sobre otra película, Secret Things, decía hace pocos días que era una pena el resultado final, dadas las maneras que apuntaba, lo mismo exactamente puede decirse de esta extraña mezcla entre thriller, drama, film noir y slasher a la inversa que es Final Girl. Protagonizada por la ex-pequeña Miss Sunshine, Abigail Breslin, que aquí intenta ser sexy (consiguiéndolo en algunos momentos) y temible (esto casi que no lo consigue de forma creíble, no ayuda que te pongan a enfrentarte cuerpo a cuerpo con tíos que te sacan medio cuerpo). En el reparto nos encontramos como secundario de lujo también a Wes Bentley (que sigue sacando partido a esa mirada perturbada que no ha cambiado desde American Beauty). 

Final Girl (que se ambienta en algún lugar no especificado entre los 50 y los 60) nos cuenta la historia de Veronica. De niña pierde a sus padres, y William, el personaje interpretado por Wes Bentley la selecciona, debido a su desarrollada memoria fotográfica e inteligencia, para alguna clase de...misión...de la que solo intuímos su propósito, puesto que no nos dan más información en toda la película. Esta misión parece consistir en atrapar asesinos, básicamente. Y para ello, William instruye a Veronica en defensa personal, armas, y ante todo para que sea capaz de matar fríamente. Ya en estos primeros compases, la película sorprende, ambos actores están muy bien, y el argumento parece original, o al menos, se plantea de manera original e intrigante. Queremos ver hacia donde va todo esto. 

Después conocemos a un grupo de lamentables personajes, básicamente niños pijos con distintos tipos de traumas (uno es un psicópata con traumas infantiles, al otro le pone su madre...etc) que se dedican a llevar engañadas a jovenes al bosque, para después asesinarlas de diferentes maneras. La misión de Veronica, será hacerse pasar por una joven incauta y ser la siguiente víctima. Lo que no saben los chicos, es que será....la final girl...

Hasta aquí va todo bastante bien. Ya notamos ciertas irregularidades en el tono (de drama a suspense, de cine noir a terror...) pero la mezcla funciona en cierta medida, e incluso hay momentos en que tiene mucho encanto (esa escena de lluvia en que Veronica es presentada a la pandilla y en la que todos están radiantes y la lluvia cae, pero no les moja). Además, conocemos a Danny, un entrañable colgado que parece un John Travolta rejuvenecido. Me hacía cruces viéndolo ¡es alucinante! que le fichen si hacen el remake de Grease, o si quieren otro Joker para después de Jared Leto, vean y juzguen: 

Hecho este paréntesis de parecido razonable, prosigamos. Como decía hasta aquí todo bien. Hasta que llegamos al bosque, en que se agraba un problema que se atisbaba en una escena anterior. Exceso de diálogo. No es un diálogo malo, de hecho está bien escrito, tiene gracia y es coherente con los personajes, pero mata el ritmo, el momento... y es que Final Girl, a la hora de la verdad, tiene un problema común en este tipo de producciones, el síndrome del cortometraje alargado. La historia que quiere contar no necesita de tanta duración, y el tratar de llegar a esos 90 minutos mínimos, hace que haya secciones alargadas artificialmente. Y es algo grave que eso ocurra en Final Girl, que apenas dura 80 minutos. De ahí el síndrome del cortometraje alargado. 

Si en la escena anterior en un café con la protagonista y la novia de uno de los malvados asesinos, ya notábamos un exceso de tiempo de diálogo, en el bosque ya directamente llega a matar el suspense. De manera que en su tramo final, la "revancha" de Veronica, es predecible, apresurada. Y frustra que a personajes con cierta gracia, se los despache de forma tan rápida y previsible, y en cambio tengamos minutos de minutos de diálogos algo pomposos. 

Con algo más de sustancia (explicar algo más del trasfondo del personaje de Wes Bentley tal vez) y de suspense y terror en su tramo final (que lo pide y mucho) y descargando al guión de tanto diálogo autocomplaciente, tendríamos un a película bastante mejor. En cambio Final Girl se nos ha quedado en una rara avis con valores, pero bastante olvidable (y es imposible tragarse a Abigail Breslin ganándole en una pelea al asesino final, que le saca, como dije antes dos metros, a esto no ayuda que apenas veamos su entrenamiento y que se aprecie que no se ha cuidado la verosimilitud de la actriz a la hora de repartir leña, no, no vale con crujirse los nudillos antes de cada pelea Señorita Breslin).