martes, 5 de noviembre de 2013

Noche Infernal (1981) de Tom DeSimone. Un hijo bastardo de un slasher, un gótico italiano y una cinta de la Hammer.


Si quieren entrar a formar parte de la Fraternidad más popular de la Universidad, cuatro jóvenes, dos chicos y una chica, deberán pasar la noche en una truculenta mansión en la cual años atrás ocurrieron unos terribles asesinatos. Algo empezará a acecharlos y matarlos, uno a uno...


Una película aceptable aunque olvidable. Y es una pena. Porque el comienzo y los elementos del argumento daban para mucho más. Está bien rodada con pocos medios, los actores no lo hacen mal y hay un par de escenas (la muy tensa de uno de los protagonistas escalando la altísima verja, verdaderamente lograda y el climax final, de tensión conseguida y un susto concreto que no por esperado es menos efectivo) buenas.

Pero lo cierto es que no mezclar bien los géneros que pretende mezclar, provoca un segundo acto aburrido a más no poder. Con múltiples escenas de "husmear en la oscuridad" hasta que pasa algo -encuentran algún cadáver, les matan o algo absurdo les asusta- que llegan a aburrir y desesperar bastante. Pero claro así es el slasher ¿no? Aburrido hasta que llega el asesinato correspondiente. No obstante creo que aquí hay escenas excesivamente alargadas incluso para un slasher al uso. Y sobre todo, que no conducen a ninguna parte, porque al haber tan pocos personajes (cuatro y los dos de la fraternidad que pretenden asustar a los nuevos que están dentro de la casa), no puede haber muchas muertes.


Como digo, hay una mixtura de géneros rara que no termina de funcionar. Al principio tenemos una especie de comedia universitaria, luego pasamos a una suerte de terror gótico camuflado (por la mansión y el hecho nada casual, de que los personajes vayan disfrazados como de época victoriana debido a la temática de la fiesta) y hacia el segundo acto la peli cae en las convenciones del slasher más rutinario y (lo peor) políticamente correcto. Sin tetas ni demasiada sangre (salvo el truco barato de la cabeza cercenada de una de las protagonistas). Además los protagonistas responden al prototipo slasher sin alejarse un ápice. Chica buena, chica zorra, chico noblote y guapo, chico guapo y pícaro follador. 

Hay de hecho, una escena muy buena con la chica zorrilla que anuncia que ha logrado eludir el cacheo de los miembros de la fraternidad y ha colado maría colombiana, pastillas y coca al interior ¡Ah! y un walkman camuflado en las tetas. Lamentablemente no vemos consecuencias de esa drogadicción que manifiesta tan alegremente la muchacha ni hay más humor incorrecto. Una pena.


Esta película es de esas que piden un remake. Porque el original no es tan bueno como para ser especialmente recordado, pero tiene valores y elementos susceptibles de ser ampliados y explotados en un remake más moderno y extremo. Valores y elementos que aquí se mencionan de pasada si ser explotados. Por eso pide un remake. Señores de Hollywood, dejense de Carrie y La Cosa y cojan películas normalillas como esta pero con ídeas que no quisieron ampliar o exponer en su momento ¡tomen nota maldita sea!

Es que ojo a la historia de la mansión, contada a través de uno de los personajes. 

El Matrimonio Garth, formado por Raymond y Lillian tenía problemas para tener hijos. Finalmente lograron tener uno, pero como nos dicen literalmente en el film "Morris era mongólico y solo trajo desdicha a sus allegados". 
Tras esta intentona tuvieron a Suzzane "tan deformada que era difícil distinguir si era varón o hembra, que arrastraba su maltrecha pierna mientras andaba cojeando. 
Después vino Margaret, sorda, muda y ciega. 
Y el último intento. Andrew. Tras un embarazo de 10 meses y medio llegó Andrew que solo gruñó como un animal hasta que tuvo 14 años." 
Nos cuentan que Raymond soportó esta situación catorce años y un día harto, "asfixió con sus propias manos a su mujer, Lillian hasta la muerte. Aplastó el poco cerebro que tenía el mongólico Morris con un atizador y con este mismo empaló a la deforme Suzzane. A Margaret le cortó el cuello. Después se ahorcó. Y para Andrew, dejó el peor castigo, contemplar la masacre. La policía encontró solo 5 cadáveres, y jamás se ha vuelto a saber de Andrew desde aquel día hace doce años." 
¡No me digáis que no mola! 
Pues de eso en el resto de la película, nada. Vamos, si se ve a Andrew como el asesino en cuestión, pero nada más de la familia. Por eso digo que en un remake, molaría que usaran más de todo el tema de la familia, porque hubiera estado genial.


Pues eso, para los que os llame la atención, fans extremos del slasher o el terror de los 80 quizá esté bien. Pero incluso siendo así os diría que es un film totalmente prescindible. Por tener no tiene ni lo que solía ofrecer Linda Blair llegado cierto punto de su carrera, sus tetas, esta foto que tenéis arriba es la que más carne muestra en todo el film de nuestra poseída favorita. Pero bueno eso se soluciona viendo alguna de las películas Wip (Women in Prison) que hizo después...

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