Otro entrañable rollete de la Emanuelle negra dirigido por Joe D'Amato (director de ese peñazo de culto que es Gomia, Terror en el Mar Egeo y de una de las primeras películas porno con que me masturbé, Tarzan X con Rocco Sifredi). A la hora de empezar a revisar estas explotaciones de la Emanuelle original, este es uno de los títulos que más me motivaba, tiene gracia pues, que sea uno de los peores, aunque siempre lo voy a preferir, eso si, a cualquiera de las películas francesas de la Emanuelle original.
La historia empieza muy bien con Emanuelle haciendo fotos con un Nenuco (¡!) no sabemos si en un Hospital, o una especie de Manicomio y tampoco nos lo aclaran. Hace parpadear a la muñequita, y esto dispara el flash...de repente una enfermera sale de la habitación de uno de los pacientes con una teta de menos, una paciente se la arrancado de cuajo de un mordisco. Emanuelle descubre a través de un símbolo que tiene la tipa (y de masturbarla), que ha sobrevivido al ataque de una tribu canibal del amazonas, por lo que su jefe, ansioso de reportajes sensacionalistas, la envía a que investigue al lugar. Después de contactar (y follar) con un Antropólogo que se enamora de ella la escena después de conocerse, se disponen a partir, eso si, Emanuelle por su parte se folla también a un pipiolo que sale de la nada, en los muelles de Nueva York. Hasta aquí todo estupendo, parece que va a ser la mejor Emanuelle negra, porque para variar, Laura Gemser es la protagonista de las escenas eróticas (y no una voyeur que mira metraje insertado de otros films como en entregas anteriores) y tenemos truculencia que anticipa diversión cuando viajen a la jungla.
Pues nada más lejos de la realidad. Es justo ahí cuando la película se vuelve un peñazo. he preferido siempre las películas de la Emanuelle negra porque son más de aventuras. Mientras que la Emmanuelle original es una pijilla que se queda en casa follándose a quien se le antoja, la Emanuelle negra hace esto mismo pero viajando a destinos exóticos, topándose con tramas de prostitución, snuff movies, parejas pervertidas... son mucho más divertidas. Pero de lo que me di cuenta viendo esta Emanuelle y los Últimos Caníbales y es por lo que no me ha funcionado la segunda mitad de la película, es que sean las películas mejores o peores, seguimos siempre a Emanuelle, siempre es ella la que lleva la inciativa, mientras que aquí esto no ocurre.
Al llegar a la parte "canibal" de la película estamos de pronto en un explotation más de caníbales. Y en uno no especialmente bueno (claro, lo dirige Joe D'Amato). Emanuelle es solo una más de un poblado grupo de personajes de escaso interés. Así que nos encontramos con una hora larga de caminar por el bosque con porteadores nativos muriendo y los protagonistas mirando indiferentes como quien mira la tele. Están todos los tópicos, serpientes, arenas movedizas, trampas absurdas... la nota discordante la pone una monja que no se sabe muy bien que demonios hace ahí... hasta que la raptan, la desnudan y le arrancan un pezón los caníbales, entonces entiendes que querían tener un poco de morbo nunexplotation...
Y con ella empieza un poco "lo bueno" el festival de gore de latex y una escena bastante brutal con Nieves Navarro aka Susan Scott (milf española que encarnaría años después a Emanuelle en una explotación francesa curiosísima "Emanuelle y Lolita") atada a unos postes y a la que le abren en canal metiéndole un cuchillo por el chochete. Todo muy explícito, que logra impactar a pesar de que es obvio que se trata de piezas de latex. No se, supongo que el toque sórdido de los italianos acaba funcionando por defecto. Eso si, está rodado de forma rudimentaria y torpecilla, marca de la casa D'Amato y bueno, italiana en general claro.
Al marido en la ficción de la Scott le parten en dos con una cuerda y en una escena involuntariamente divertida, a otra de las chicas del reparto, la suiza Mónica Zanchi (que a mi más que erotizarme me da miedo con esa cara diabólica sin cejas, como de yonki) la violan los de la tribu por turnos. Es descojonante por la forma absurda que tienen los extras de ponerse sobre la Zanchi, casi educadamente, como con timidez, con las piernas bien apretadas, se menean un poco y ale, hacen como que se guardan la picha en esos tangas/gayumbos con que les han vestido, y ale a correr, que venga el siguiente. La Zanchi por otro lado, permanece tumbada sin mirarlos, y no hace nada por impedir las violaciones, ni está atada ni nada por el estilo, un entrañable sinsentido. Y a todo esto, Emanuelle y el Antropólogo a lo lejos escondidos, mirando como si nada, a pesar de que el tipo tiene un arma y habían organizado un plan para rescatar precisamente a los que están violando/masacrando...
El final ya no lo cuento, por si hay alguien por ahí que tenga algún interés, pero es de traca. Y tienen los santos cojones de lanzar una proclama moralista sobre lo sucedido en boca de Emanuelle, en torno a la ética periodísitica...no es de las mejores de la serie Emanuelle Negra, como he leído por ahí, pero no deja de ser entrañable, aunque me quedo antes con Emanuelle Negra se va al Oriente o con la gran Sor Emanuelle (esa si que es de las mejores).
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