Otra peluca más para Nicolas Cage, un poco más cara de señora y un estricto traje negro para interpretar al ladrón de mejor corazón y más suerte de la historia. Contrarreloj es cine para padres que extrañamente se estrena en cines. Totalmente plana y funcional salvo un par de secuencias que parecen concebidas más para hacer gracia que para emocionar como por ejemplo, cuando Cage, víctima de un accidente de coche con una vuelta de campana sale tan tranquilo del coche hablando por el movil u otra en que tiene la brillante idea de coger el coche en llamas en cuyo maletero se halla su hija atrapada y lo acelera hasta hundirlo en un estanque. Después naturalmente no puede abrir el maletero. Pero se las apaña para aún teniendose que enfrentar al villano resucitado por enésima vez lograr abrir el capó y liberar a su hija.
Incluso después, una vez eliminado el villano y evacuados padre e hija del lugar, con el primero agonizando, el director cierra la escena con un fundido a negro. La siguiente escena nos muestra a su hija en el asiento de copiloto de un coche pasando por un cementerio, jugando con el suspense de que el espectador no sabe si Cage ha sobrevivido, para luego, tranquilamente y con todo el cachondeo, verlo salir de detrás de una caravana más sano que una manzana. Fascinante. Pero no suficiente para hacerla divertida.
Lo único que merece la pena es el disparatado villano interpretado por Josh Lucas y sus momentos de cabreo ninguneando Nueva Orleans. Eso y la preciosa Sami Gayle, actriz de 17 años que interpreta a la hija de Cage. Vista en El Profesor con Adrien Body y a la que auguro futuro en esto del cine ¡si es que no desaparece que esperemos que no! Por muy malas que sean las películas uno siempre disfruta.
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