miércoles, 30 de marzo de 2016

Cop Car (2015)



Unos niños que andan diciendo tacos por el campo (el típico travieso y el otro más bueno y parado) se encuentran con el coche de policía de un Sheriff interpretado por Kevin Bacon. Tranquilamente van y lo cogen (conduciéndolo sin aparentes problemas pese a tener como diez años ¡?) y se lo llevan por ahí a hacer trastadas. El Sheriff Kretzer (Bacon) que previamente, nos enteramos más tarde en un flashbacks, estaba ahí por motivos oscuros, enterrando un cadaver, no parará hasta que de con los niños, y con su coche.

Gran decepción esta película (aparte que entre unas cosas y otras, me ha costado una semana bajármela). Partía de una premisa chula (un poco ochentera, que se diría ahora) con dos niños y la travesura bestia de robarle el vehículo a un sheriff redneck con bigotón intepretado por un actor como es el Kevin, que se presta a la auto-mofa. Pero desde le principio noté que algo no iba bien. No me esperaba un ritmo trepidante, pero cuando tardas casi media hora en montar una premisa, que se cuenta en cinco minutos...algo falla. No tengo problema en ver películas de ritmo pausado, pero no puedes ir en contra de la emoción, sobretodo en un thriller, que es lo que se supone que es Cop Car. Hacia el final recupera un poco el interés. Pero la primera hora es tan sosa y lenta, que el resultado es que el climax no es tan intenso como podía ser si se hubiese cuidado más el guión, el ritmo y generar algo de empatía en los personajes. 



Había oído que a Jon Watts, que dirige la cinta, le contrataron en Marvel para dirigir el nuevo reboot de Spiderman por su hábil dirección actoral de niños... pero los protagonistas de esta no pueden ser más sosos e indiferentes. Y es una pena, porque con ese final, si se hubiese cuidado el guión, estaríamos hablando de otra película. Pero lo cierto es que al final Cop Car resulta tremendamente decepcionante, y ni tan siquiera entretenida. Solo hay una escena con cierta gracia, y es solo gracias a Kevin Bacon, al que se le ve muy entregado. El Sheriff tiene problemas y quiere ocultar paquetes de cocaina, pero claro mientras se libra de ella, esnifa un poco, y Kevin Bacon está bastante gracioso en un momento dado. Pero la dirección es muy pobre y el resultado es en general, repito, soso. 

Y luego queda la frustración de no resolver la situación final (los finales abruptos pueden funcionar, pero en este caso lo que hace esta conclusión es enfadar al espectador, al menos a mi, 90 minutos de lentitud rematados por un final interrumpido subitamente...) ni de que nos quede claro si el Sheriff es bueno o malo, y que demonios se traía entre manos. Decepcionante. Espero que con Spiderman el amigo Watts lo sepa hacer mejor.

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