jueves, 1 de febrero de 2018

Loving


Loving narra la historia verídica de un matrimonio interracial en Carolina durante la década de los años 60, que tuvo que enfrentarse a la ley ya que fue declarado ilegal en el estado.
No es que esperase el colmo de la originalidad de una película tan claramente oscarizable pero, demonios, le falta nervio y garra, desde luego. Y fastidia un poco que el único momento verdaderamente social o sincero, el único momento que no va a lo seguro y lo fácil y es provocativo, o puede incitar a la reflexión, rápidamente se descarta con la mirada de uno de los personajes protagonistas. Cuando en un bar, un negro plantea a nuestro blanco protagonista, porque es tan gilipollas de aguantar años de problemas, e incluso el peligro del arresto, siendo blanco, cosa que si, es terrible, pero en la época, perfectamente legítima como interrogante por parte de un negro a un blanco que voluntariamente se somete a las dificultades de ser negro, el cuñado de nuestro protagonista le mira como si fuera escoria. Y no volvemos a presenciar un momento realmente provocador. Es el único momento comprometido. El único que se sale del molde. Obviamente de una película Nominada por la Academia no se esperaría uno menos. Pero como drama, tampoco es que Loving me funcione realmente. Creo que la culpa esencialmente está en un guión un poco parco en subtramas y diálogos. Contexto. Tampoco ayuda un ritmo deliberadamente lento en el desarrollo de la acción, que si en según que películas viene perfecto, aquí no tanto. Se da todo el paso a los actores, que por otro lado lo hacen genial, sobretodo un Joel Edgerton bastante irreconocible, pero como protagonista, no nos genera especial empatía, sino más bien todo lo contrario. Cierto que ese es su personaje, un poco, un paleto de buen corazón, pero no lo llegamos a ver. El actor pone todo de su parte, pero necesita un guión que se lo cuente o muestre al público. A Ruth Negga le pasa algo parecido. Tiene todo el potencial, pero el guión no se esfuerza en buscar a su personaje o hacerlo brillar como debería. Cierto que por lo que se desprende de la historia, era una mujer tímida y modesta, pero no me vale como excusa. La pobre actriz se ve obligada a pasearse media película componiendo caras de muñequita rota. Funciona al principio, pero diría que hasta ella misma se va cansando de no tener otra cosa que hacer a lo largo de la película.
No me ha funcionado ni como típico drama facilón de Hollywood que aspira a Oscar. Prescindible.

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