Seth Rogen (interpretándose a si mismo) se prepara para pasar unos días junto a su amigo Jay Barruchel (también interpretándose a si mismo, tooodos se interpretan a si mismos ¿vale?) que llega desde Canadá. A regañadientes acude con el a la casa de James Franco cuando se desata el Juicio Final.
Saltó en mis novedades de Netflix esta Juerga hasta el fin que en su día vi en el cine y no había recuperado desde entonces, no me gustó en su día, pero eran las dos de la mañana y me apetecía una comedia, que queréis que os diga. Y me funcionó. Sorprendentemente bien al principio. Es la típica comedia para ver más joven con amigotes y sustancias, aún así, solo, de madrugada y sin poder dormir por un catarro acojonante, también funciona ¿mola no? Desgraciadamente me entró sueño y no la pude acabar, cosa que he hecho hoy liquidando la hora que faltaba. Lo que es un poco una mierda, porque la estaba revalorizando respecto a la opinión que previa que tenía de ella y vista después pues...me ha vuelto a parecer roñosa como en su día. Y no sabré ya nunca si es porque la última hora es floja o por mi sueño imparable de ser enfermo y medicado. En fin. Va de fines la cosa. Lo cierto es que si que creo que en la segunda mitad se va de madre un poco la cosa, bueno, más que de madre, es que se desinfla. Resulta mucho más gracioso ver a los actores interpretarse a si mismos y bromear, que lo que después ocurre, por más que sea el fin del mundo. Así que supongo que si que es verdad que la segunda mitad de la película es más floja no es que perdiera el momento mágico por irme a dormir...¿o tal vez si? nunca lo sabré... yo que se, si estáis en plan tirado y queréis comedia ponedla y podéis quitarla sin preocuparos si empieza a ponerse coñazo porque el final no es para tirar cohetes, a no ser que seais muy fans de los Backstreet Boys.
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