Hora de revisar una de las mejores comedias -para mi- de los últimos años. Muy polémica, como sabéis, por no haber sido estrenada por Sony debido a las amenazas de Korea -creo recordar- en su momento se reseñó a casco porro por gente que jamás suele ver comedias, debido a que podía verse online sin problemas...que asco de verdad.
Dave Skylark (James Franco) es el exéntrico y egocéntrico presentador de un show de entrevistas a famosos con mucho elemento de salseo, que diríamos por aquí, atentamente supervisado por su amigo Aaron Rapaport (Seth Rogen) desde la sala de control, forman un equipo vencedor y de mucho éxito, aunque Aaron siente que Skylark frena su carrera hacia cotas más altas de periodismo televisivo. Un buen día Dave averigüa que el Gran Lider Supremo de Korea es fan de su programa, y propone entrevistarlo, pese que al principio duda, Aaron pone en marcha la ídea y sorpresa ¡Korea accede! ambos dos viajan al país, no sin antes ser interceptados por la CIA para que -mediante un aprentón de manos- envenenen al lider Koreano y salgan de allí de rositas.
Con esta premisa tan loca, se despliega una comedia en la que destacan la química entre Seth Rogen y James Franco (estaba escribiendo Jess Franco, nunca falla) y la maravillosa Lizzy Caplan, que está sexy y divertida -aunque una vez más como en Monstruoso, desaprovechada-. Toda la película pese al tema Koreano no deja de ser un remedo de Espías Como Nosotros de John Landis. Y la verdad es que me funcionó a las mil maravillas en su momento, y me dio la sensación que Seth Rogen y James Franco formaban un duo cómico para la historia, al estilo Dan Aykroyd-James Belushi por poner un ejemplo, y deberían hacer muchas más comedias juntos. Quizá en el segundo visionado mis sensaciones han sido menos eufóricas. Conste que la vi en el cine y doblada en su momento, nada de online. James Franco me hacía mucha gracia en su versión castellana en cine, y en cambio en V.O. en Netflix, me pareció que el personaje egocéntrico que crea es demasiado obvio, casi muestra su interpretación de forma sarcástica. Me hizo muchísima gracia su relación con el lider Koreano, interpretado de forma también muy divertida, por Randall Park -la escena de ambos en el tanque cantando Katy Perry no tiene precio, así como el momento final en el helicoptero- pero reitero, quizá lancé un poco demasiado las campanas al vuelo la primera vez que la vi, no obstante, es una buena comedia igualmente. Recomendable.
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